La de Evan Spiegel es una vida sin duda alguna interesante. A sus treinta años dispone de una fortuna que está en torno a los 3.5 billones de dólares, según Forbes. Y es que aunque el empresario procede de una familia acomodada, ha sabido labrarse su propio camino con la creación de la aplicación Snapchat.
Lo hizo en sus años universitarios, junto a Robert Murphy, en Stanford. Y desde entonces hasta la actualidad, ha venido desarrollando una historia de éxito que hoy en día protagoniza junto a su esposa, la famosa modelo australiana Miranda Kerr (que ha sido ángel de Victoria’s Secret). Spiegel y Kerr se casaron en el año 2017 y tienen dos hijos.
Evan Spiegel creció en un entorno lujoso en Los Ángeles, concretamente en Pacific Palisades, al este de Malibú. Es hijo de dos abogados que cuando el joven cursaba estudios de secundaria, se divorciaron.
Cualquier detalle en la vida de Spiegel revela el nivel de vida que ya tenía antes de crear Snapchat. Por ejemplo, el hecho de que cuando consiguió su permiso de conducir con dieciséis años, le regalaron un Cadillac Escalade.
Y es que Spiegel es un gran apasionado de los coches, de los cuales dice que “traen alegría”. No en vano, se compró un Ferrari después de una importante ronda de financiación de Snapchat en 2015. Dispone también de una licencia como piloto de helicópteros.
Su niñez la pasó en Crossroads, un colegio muy exclusivo de Santa Mónica por la que cada año hay que pagar muchos miles de dólares, y en la cual han estudiado otros alumnos tan famosos como Gwyneth Paltrow o Kate Hudson.
Los Spiegel formaban parte de varios clubes muy selectos, como el Jonathan Club de Santa Mónica o la Jolla Beach. Solían hacer viajes por Europa y practicar snowboarding, actividad para la cual viajaban en helicóptero. También tenían un ama de llaves.
El nacimiento de Snapchat
Fue en Stanford donde Evan conoció a Reggie Brown y Bobby Murphy, con los que fundaría la aplicación Snapchat, cuando estaba estudiando diseño de producto. Los tres pertenecían a la fraternidad Kappa Sigma.
Por aquel entonces asistió a una clase en la que se hablaba sobre el espíritu empresarial y el capital de riesgo, y escuchó a personas de la talla de Eric Schmidt, CEO de Google; y Chad Hurley, cofundador de YouTube. Entabló una amistad con el fundador de Intuit Scott Cook, que dio una charla en su clase, y contrató a Evan para que trabajase en Intuit.
Cuando solo le faltaban algunos créditos para su graduación, dejó Stanford para dedicarse por completo a Snapchat. Por el año 2012 su equipo estaba desarrollando una aplicación de mensajes con sede en la casa de los padres de Spiegel, pero después la trasladaron al boulevard Venice, situado en Los Ángeles.
Otros proyectos de Evan
En 2014 Spiegel abandona el hogar familiar, comprando una casa propia de 3,3 millones de dólares en Brentwood. La vida no dejaba de sonreírle, siendo varias las personas interesadas en adquirir Snapchat. Incluso en el año 2013 rechazó una oferta de 3.000 millones de dólares del fundador de Facebook, Mark Zuckerberg. En 2016 cambió el nombre de la app a Snap Inc, y presentó las gafas de sol con cámara Spectacles.
Spiegel tiene mucho recelo en lo que a su actividad empresarial concierne. Tanto es así, que ni los empleados de Snap saben nada sobre los productos en los que trabaja la compañía hasta que estos son lanzados al mercado.
En un momento dado creó una empresa llamada Vergence Labs para la creación de las Spectacles. Pues bien, los trabajadores de esta compañía no pudieron saber que trabajaban para Spiegel hasta que el acuerdo fue filtrado.
Con respecto a su vida personal, en el año 2015 empezó a salir con Miranda Kerr, a la que había conocido el año anterior en una cena de Louis Vuitton, en Nueva York. En 2016 adquirieron una casa que había pertenecido a Harrison Ford, y por la que pagaron una cifra de doce millones de dólares. Ese año anunciaron que estaban comprometidos, y en mayo de 2017 contrajeron matrimonio.
Como se puede observar, la de Evan Spiegel es una biografía que rompe con el clásico esquema de emprendedor que comienza a crear en un garaje la que termina por convertirse en una gran multinacional. Spiegel ha vivido siempre rodeado de lujos, y gracias a sus contactos familiares, pudo relacionarse pronto con nombres importantes en Silicon Valley.