Para la última aventura cinematográfica del agente secreto más popular de todos los tiempos, Spectre, Aston Martin se esforzó en crear un coche acorde a las necesidades de James Bond, el DB10. Pero pasada la vorágine del celuloide y la experiencia de concebir ex profeso ese coche para la ficción, aunque fuese muy real como pudimos comprobar, la firma británica vuelve a la realidad con el Aston Martin DB11.
El diseño del nuevo miembro de la familia, seguramente una de sus mayores virtudes e innovaciones, se aleja de sus antecesores más tangibles para tomar varios rasgos del DB10, algún detalle del gran One-77, e inspirarse en dos enormes emblemas: el DB2 y el DB5. Con todos esos mimbres sólo cabe esperarse un vehículo de impecable factura, el que tenemos ante sí, que ha iniciado su comercialización este verano.
Aston MartinEl británico no vive solamente de una carrocería contundente, bonita y elegante, de aires tan deportivos como sofisticados, por eso en cuanto a ingeniería no se ha escatimado lo más mínimo. Su capó encierra una soberbia fiera de doce cilindros biturbo desarrollada completamente de cero por Aston Martin.
Posee unos impresionantes 680 caballos de potencia, que permiten una velocidad máxima de 322 km/h, y su aceleración de 0 a 100 se queda en unos envidiables 3,9 segundos. Es, de hecho, uno de los Aston Martin más potentes y el más potente de la firma vendido en España.
Aston MartinEl DB11 posee una suspensión independiente en los dos ejes, un frenado selectivo de las ruedas proporcionado por el sistema Torque Vectoring, tres modos de conducción deportiva adaptados a cualquier condición en el que entran en juego varios elementos del vehículo, una caja de cambios automática de ocho velocidades, llantas de aleación de veinte pulgadas y una instrumentación en el habitáculo centralizada en una pantalla de doce pulgadas y otra de ocho.
Contará además con otras características tecnológicas como un sistema de cámaras perimetral que permite una visión cenital del vehículo, asientos delanteros con ajuste eléctrico con varias posiciones automáticas predefinidas y conexión wifi a Internet. Cualquiera que desee hacerse con un Aston Martin DB11, incluido James Bond, deberá abonar una cifra que se estima superior a los 200.000 euros.