El lema por el que Bugatti se ha regido desde su fundación en 1909 expone de manera muy clara toda su trayectoria dentro del mundo del motor: Nada puede ser demasiado hermoso, nada puede ser demasiado costoso. Su trabajo siempre ha buscado los límites tecnológicos y del diseño, convirtiéndose en sinónimo de lujo y estatus durante las primeras décadas del siglo XX.
Si bien tras la II Guerra Mundial la estrella de la empresa tuvo sus altibajos, consiguió mantenerse firme hasta principios de los años 60. En la actualidad, Bugatti depende del grupo Volkswagen, el cual ha devuelto el lema de la empresa a su máximo nivel al encargarle coches como el impresionante Bugatti Veyron.
BugattiEl Veyron se comenzó a fabricar en 2001 y cuenta con varias versiones especiales. El modelo básico, si es que se puede considerar así a este supercoche, cuenta con motor W16 de 8 litros que le proporciona más de 1000 caballos de potencia. Esta bestia lanza el deportivo a 431 kilómetros por hora con una asombrosa aceleración de 0 a 100 en 2.5 segundos. Números impresionantes para un coche homologado para la carretera.
La idea del Veyron es combinar la elegancia de sus líneas suaves y curvas aerodinámicas con la última tecnología, en la línea clásica de Bugatti, retomando elementos clásicos de la marca como el centro de la parrilla frontal que alberga su logo. Posee un sistema adaptativo de aerodinámica que modifica la posición del alerón trasero dependiendo de la velocidad y unos frenos de carbono especiales para lograr la mejor frenada posible a gran velocidad, que combinan con unos neumáticos especialmente diseñados por Michelin para aguantar los 400 kilómetros por hora.
BugattiEn cuanto al interior, materiales nobles, cuero y un diseño exquisito que transmite la idea de lujo cotidiano que Bugatti siempre ha buscado. En cuanto al precio de este fantástico supercoche, hay que tener en cuenta que ya no se fabrica de manera habitual, ya que Bugatti produce en la actualidad a su sucesor, el Chiron, pero el Veyron partía siempre de un mínimo de dos millones de euros. Hoy en día se considera un coche de coleccionista.