La historia de los Dodge Viper se une de manera indisoluble con la industria automovilística estadounidense. Desde su aparición en 1996, destinado a competir con grandes muscle cars como el Chevrolet Corvette, el Viper se ha convertido en un juguete rápido, potente y con unas líneas que han aparecido de manera reiterada en el cine, la televisión o los videojuegos. El primer Viper SRT 10 apareció en 2003 y ha habido varias versiones a lo largo de la historia de este modelo.
SRT es un equipo de especialistas dentro de Dodge, dedicados a retocar los grandes coches de la marca americana para ofrecer modelos que van mucho más allá. Con una orientación claramente deportiva, los coches de SRT son piezas automáticas de coleccionista, como ha sido el caso de los SRT 10.
www.twin-loc.fr editada con licencia CC BY 2.0Los Dodge Viper SRT 10 mantienen las líneas de los modelos originales, pero con cambios, como tomas de aire mucho más agresivas, tanto en el frontal como en los laterales. También se suele trabajar la aerodinámica, buscando pegar el coche al suelo. En conjunto, tenemos un Viper más grande y preparado para la velocidad. ¿El motivo? Los cambios que menos se aprecian, los que están por dentro.
Los modelos SRT se caracterizan por exprimir el motor de los Viper al máximo, en ocasiones sacando hasta 90 caballos más de potencia. En 2011, un SRT 10 logró colocarse como el sexto coche de producción más rápido del mundo en el circuito de Nürburgring. También hay que decir que los SRT están pensados en ofrecer la máxima experiencia al conductor, eliminando los sistemas de ayuda electrónica a la conducción. Ideal para el disfrute de los apasionados de la vieja escuela.
Shane K editada con licencia CC BY-SA 2.0Para que os hagáis una idea, el SRT 10 de 2008 llegaba a los 600 caballos de potencia con un motor V10 de 8,4 litros. Subía de 0 a 100 en menos de 3 segundos con una velocidad máxima de 285 kilómetros por hora. Una bestia de la carretera al más puro estilo americano, cuya conducción requería de una preparación de lo más exigente.