Tras el excelente recorrido y aceptación del mítico Lamborghini Countach, la empresa italiana no lo tenía fácil para conseguir un éxito similar con su sucesor. 25 años siendo ejemplo de diseño no se olvidan fácilmente, por lo que decidieron echar toda la carne en el asador, sobre todo al ser el primer gran lanzamiento tras la adquisición de la firma por el Grupo Chrysler. A partir de un boceto del gran Marcello Grandini se creó uno de los más impactantes supercoches del siglo XX: el Lamborghini Diablo.
Compacto, musculoso y potente, casi como el toro del mismo nombre por el que fue bautizado, el Diablo entró a competir con otros grandes deportivos de la época, como el Ferrari F40 o el Porsche 959, a los que igualaba en prestaciones y batía en diseño. Es imposible no pensar en este coche y no hacerlo en el peculiar sistema de apertura de puertas hacia delante, las llamadas “alas de mosca” que lo convirtieron para siempre en un icono visual.
DiabloSE30 editada con licencia CC BY-SA 3.0Desde 1990 a 2001 hubo varias versiones del Diablo. La primera montaba un motor de 5,7 litros con 492 caballos de potencia. Era una bestia que subía de 0 a 100 en 4,9 segundos y era capaz de alcanzar los 325 kilómetros por hora, todo un récord en la época para un coche de producción en serie. Eso sí, era un deportivo de la vieja escuela, sin ayudas electrónicas a la conducción, por lo que requería un gran control al volante.
Esto cambió con el Diablo VT, que apareció en 1993. Debido a las constantes demandas de los usuarios, se completó el coche con tracción a las cuatro ruedas, abandonando la trasera, y varios retoques en cuanto a la dirección y el diseño, dejando algunos detalles más redondeados allá donde el Diablo original cortaba con ángulos rectos. El Diablo SV llegó en 1996 con un nuevo ajuste del motor: 530 caballos y más cambios de diseño.
Tobiasvde editada con licencia CC BY-SA 2.0Los dos últimos modelos del Diablo aparecieron casi de manera consecutiva en 1999 y 2000. Son los modelos GT y VT, ediciones limitadas con nuevos retoques en la potencia, dejando al Diablo con 575 caballos y una velocidad máxima 330 kilómetros por hora. Hay que tener en cuenta que se adecuó el coche para su venta en Estados Unidos.