Desde la creación de Lexus por parte de Toyota para asaltar el mercado de los coches de gama alta, siempre han buscado la excelencia en todos sus modelos. De hecho, han ido presentando un excelente coche para cada segmento, desde el de los utilitarios al de las grandes berlinas, pasando por los SUV o los todoterrenos. Sin embargo, había un hueco que rellenar, el de los grandes supercoches, donde todavía no había entrado en competición con sus grandes rivales, como Mercedes o BMW.
La idea de conseguir un deportivo de alta gama surgió en el año 2000 con la presentación del prototipo LF-A, también conocido como P280. Ahí comenzó una serie de pruebas que se alargó durante casi una década, mientras se seguían presentando nuevos rediseños del LF-A en 2005 y 2007. En 2009 se presentó por fin el modelo definitivo, el Lexus LFA, que atrajo todas las miradas en el Salón de Tokio.
Tennen-Gas editada con licencia CC BY-SA 3.0Este coche supone la condensación de todas las ideas que se pueden pedir en Japón de un supercoche: tamaño contenido, líneas claras, buenos ángulos y la última tecnología disponible, tanto en el motor, como en cada uno de los pequeños detalles que completan el deportivo. Se puso especial cuidado en cosas como, por ejemplo, su singular sonido, producto del tubo de escape triangular que marca su zona trasera. Hasta 2010 no comenzó la producción en serie, con un precio base de unos 350.000 euros.
Otro de los aspectos clave del Lexus LFA es la absoluta capacidad de configuración, gracias a su fabricación individual, que permitía cambiar casi cualquier aspecto del coche, incluyendo no sólo los típicos colores de tapicería o carrocería, sino incluso el color de los pedales, el tipo de cuero del volante … así hasta conseguir miles de combinaciones. Sólo se produjeron 500 Lexus LFA en una exquisita edición numerada.
Tennen-Gas editada con licencia CC BY-SA 3.0En cuanto a la motorización, el Lexus LFA montaba un motor de 4,8 litros V10 que rendía 560 caballos de potencia. Su aceleración es de las mejores de su segmento todavía hoy, marcando 3,7 segundos de 0 a 100, con una velocidad máxima de 329 kilómetros por hora. Existe una variante preparada para circuito, el LFA Nürburgring, que ofrece 10 caballos más de potencia, una caja de cambios recalibrada y algunas mejoras en la aerodinámica. Todo por un precio de 446.000 euros.