El Lotus 3-Eleven no es el típico deportivo de lujo. Es un coche creado por y para la velocidad, para la emoción de la carrera, para sentir cada giro, cada recta y cada golpe de revoluciones. Coge el nombre de los grandes autos de Lotus cuando todavía participaban en carreras como las de Le Mans, con uno de los diseños más hermosos de su época. Los Lotus Eleven han sido siempre el culmen de su tecnología, logrando récords de velocidad y premios en todo el mundo.
Así que llamar Lotus 3-Eleven a su nuevo modelo es toda una declaración de intenciones, que viene acompañada de un desarrollo y tecnología al alcance de pocos ingenieros. Este deportivo, que presenta versiones de competición y carretera (para ir de paseo, ¡ja!) se mantiene entre los 900 y 1000 kilos, toda una proeza, con un motor V6 de 3,5 litros y 450 caballos. Eso nos da una velocidad punta de 280-290 kilómetros por hora, dependiendo del modelo.
LotusCon una aceleración brutal, va de 0 a 96 km/h en menos de 3 segundos, el Lotus 3-Eleven es una auténtica bestia, capaz de dejar atrás a otros superdeportivos sin despeinarse. Aunque también es cierto que se ha sacrificado mucho en cuanto a lujos interiores. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de un coche monoplaza, si bien podemos instalar un asiento extraíble para el acompañante.
La producción de este precioso juguete está limitada a 311 unidades que parten de un precio base de 117 000 euros para el modelo Road. En el caso de que queráis exprimir al máximo el motor, la versión Race, que cuenta con unos neumáticos diferentes, más velocidad y barras extra de competición, se puede ir a 164 300 euros.