Hace cuasi cinco años, en el verano del año 2011, parecía que los SUV apenas sabían ofrecer lo que un cliente en busca de altas calidades deseaba encontrar en ellos. Sumo placer en la conducción, gran confort, materiales nobles en su interior, carrocería realmente excelsa y grandes números en la motorización. En resumen, un SUV de lujo. Así que Maserati decidió cubrir ese espacio y lo hizo anunciando sus intenciones con un concept car, con el sumamente atractivo Maserati Kubang SUV concept.
El vehículo se presentó el 13 de septiembre de aquel año en el Salón del Automóvil de Fráncfort y deslumbró a todos, como no podía ser de otro modo, con el inconfundible estilo del tridente aplicado a este segmento. El coche mostraba esa característica parrilla de los coches del fabricante, exponía unas líneas en su diseño exterior realmente atrayentes, el habitáculo rebosaba comodidad y aunque poco más se pudo ver, las intenciones anunciadas continuaban dejando un buen sabor de boca.
MaseratiPorque el Kubang, creado por el Centro de Estilo Maserati encabezado por Lorenzo Ramaciotti, se anunció como continuista de la esencia de la marca, tanto en el estilo, como quedó patente, como en el motor, las suspensiones, los frenos y la dirección. En general, iba a ser la evolución en SUV de cualquiera de los iconos de la italiana, una máquina que simboliza la deportividad, el estilo, la elegancia, el lujo, el rendimiento y la artesanía. El futuro coche al que daría pie reuniría todas esas cualidades.
Y el Maserati Kubang SUV concept, cuasi cinco años después, se ha materializado en el Maserati Levante. Las promesas se han cumplido y las expectativas se han superado.