Uno de los grandes modelos de Mercedes en la historia de los deportivos GT fue el Mercedes 300SL, cuyo diseño se convirtió en todo un mito gracias a sus puertas en forma de alas de gaviota. Este coche, fabricado entre 1954 y 1957, fue la inspiración para el equipo de AMG a la hora de construir su primer coche desde cero para Mercedes Benz, el SLS AMG, el cual se presentó al público en 2009.
La fabricación del SLS AMG comenzó en 2010. Del viejo 300SL recuperó las formas alargadas y las alas de gaviota, tan características. Estamos hablando de un cupé de dos puertas que llega a los 4,6 metros de largo y 1,9 de ancho. Todo eso con un peso contenido de 1609 kilos.
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En cuanto al motor, el SLS AMG no se queda corto. Monta un V8 de 6,3 litros capaz de ofrecer 571 caballos de potencia. Para lograr una conducción más deportiva, lleva una caja de cambios de siete velocidades automática con controles en el volante, con varios modos de funcionamiento. Acelera de 0 a 100 en 3,8 segundos y tiene una velocidad máxima de 317 kilómetros por hora. Un coche de conducción exigente debido a su tracción trasera y la fuerza de su motor.
El Mercedes SLS AMG tuvo varios modelos especiales, además de una carrocería roadster. Habría que destacar el SLS AMG Electric Drive, con cuatro motores capaces de darle 750 caballos de potencia. Este fue uno de los primeros superdeportivos eléctricos de Mercedes. Para los aficionados a la velocidad, se lanzó una versión limitada: la Black Series. Aligerada en 100 kilos, incorporó cambios derivados de la versión deportiva, llegando a ofrecer 630 caballos a 8000 rpm.
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El SLS AMG ha sido uno de los grandes iconos de Mercedes-AMG, apareciendo en videojuegos como el Gran Turismo 5 y llegando al gran público gracias a sus apariciones como coche de seguridad en los grandes premios de Fórmula 1 durante casi cinco años.
