Desde que la factoría Porsche comenzara a fabricar el 911 en 1964, muchos aficionados al volante han considerado esta serie de deportivos como una referencia indiscutible dentro del mundo del motor. Durante los últimos cincuenta años, cada nueva generación del Porsche 911 ha levantado no pocas pasiones, pero sólo unos pocos modelos han logrado convertirse en clásicos indiscutibles. El Porsche 911 Carrera RS’73 es uno de ellos.
Hay que tener en cuenta que el Carrera RS del 73 supuso un nuevo intento de Porsche por desarrollar un coche dedicado a la competición, tras los éxitos que habían logrado en años anteriores con el excepcional prototipo 917. Aprovechando las nuevas reglas de la FIA que abría una nueva competición para coches producidos en serie, el Carrera RS’73 fue construido a partir de la base del 911S cupé.
Lothar Spurzem editada con licencia CC BY-SA 2.0 de
Se produjeron dos modelos, uno dedicado a la competición y otro para la venta al público. Este último era casi igual que el deportivo, pero con un interior mucho más cuidado y un mayor confort para el conductor y los pasajeros. El resultado fue un 911 un poco más largo y ancho, con una suspensión más rígida, mejores frenos y un nuevo spoiler para la parte trasera.
El motor utilizado era de 2,7 litros, con 210 caballos de potencia a 6.300 revoluciones por minuto, convirtiéndose en el motor más potente utilizado por Porsche hasta el momento. Con un ligero ajuste de las marchas, el Carrera RS’73 podía alcanzar los 245 kilómetros por hora.
La primera generación del Porsche Carrera RS’73 consistió en 500 coches, que posteriormente se convirtieron en 1580. La mayor parte de ellos fueron dedicados al mercado privado, donde obtuvo una enorme aceptación. Todavía hoy, este modelo es considerado el mejor clásico de Porsche. En los últimos años se han subastado varios de estos míticos deportivos, con un precio aproximado de 600.000 euros.
