Porsche pensaba dar un salto de diseño y prestaciones en 1977, cambiando al 911 como modelo estrella de la compañía. El 928 se ideó para liderar la marca, potenciando aspectos como la facilidad de conducción y el lujo interior. Los 911 siempre habían sido exigentes con el conductor y por dentro destacaban por su aspecto espartano. Sin embargo, para sorpresa de los ejecutivos de Porsche, el 911 siguió siendo el preferido, lo que hizo evolucionar al 928 progresivamente en un coche de lujo.
Aunque el 928 mantuvo algunas de las líneas de diseño clásicas de Porsche, su aspecto se retocó para obtener un coche elegante, más alargado y agresivo. Su rasgo inolvidable es el de los faros escamoteables, pero que siguen siendo visibles una vez plegados, que junto a su morro alargado le valió el sobrenombre de tiburón. Fue Coche del Año en Europa en 1978.
The Car Spy editada con licencia CC BY 2.0A diferencia del 911, el 928 montaba un motor delantero, un potente V8 refrigerado por agua, con tracción trasera. Este 2+2 tenía una gran aerodinámica y era bastante ligero, unos 1.500 kilos, gracias al uso del aluminio. Originalmente se construyó con un V8 de 4,5 litros que ofrecía 237 caballos, aunque durante su producción, que se detuvo en 1995, llegó hasta un motor de 5,4 con 345 caballos.
En cuanto a sus números, el Porsche 928 fue subiendo de velocidad. Este coche estaba pensado para disfrutar de una conducción placentera antes que de una gran sensación deportiva. Pese a todo, era el Porsche más caro y avanzado de su generación, así que su velocidad máxima acabó siendo de 270 kilómetros por hora, con una aceleración de 0 a 100 de 5,4 segundos, convirtiéndose en el coche de producción más rápido a principios de los años 80.
Stahlkocher editada con licencia CC BY-SA 3.0De 1978 a 1995 se fabricaron 61.056 Porsche 928, unos números excelentes teniendo en cuenta su alto precio. Se fabricaron varios tipos de modelos, siendo el 928 original, el 928 S y el 928 S4 los más populares, este último sobre todo en los Estados Unidos.