Rolls-Royce 103EX en la factoría
Rolls-Royce

Rolls-Royce 103EX, el coche del futuro de la doble erre

Coches

El último coche experimental de Rolls-Royce, su último 'concept car', es el Rolls-Royce 103EX. Un vehículo con una carrocería realmente sorprendente y un interior capaz de dejar boquiabierto a cualquiera.

Estamos acostumbrados a ver con cierta frecuencia concept cars realmente sorprendentes. Coches que nos acercan al futuro, que esbozan las líneas que seguirán los próximos modelos de la firma en cuestión, que nos avanzan tecnologías que en no demasiado tiempo podríamos llegar a disfrutar en nuestros propios vehículos… Pero pocas veces nos sorprenden tanto como lo hace el Rolls-Royce 103EX.

Es el coche del futuro que imagina la lujosa marca británica, la preferida de políticos, mandatarios y poderosos de todo el mundo, es realmente sorprendente. Reafirmándose en el ánimo innovador, aquel que ha definido a Rolls-Royce durante más de un siglo de historia y que ha marcado extremamente sus coches experimentales, los EX, este nuevo modelo hace gala de un cautivador aspecto futurista y algo retro.

Parte trasera del Rolls-Royce 103EXRolls-Royce

Un contraste evidente en el que reside gran parte de su encanto. Un diseño totalmente vanguardista que, al mismo tiempo, nos recuerda con cierta facilidad a un estilo constructivo anterior a la Primera Guerra Mundial

A primera vista, en particular, destaca sobremanera esa contundente carrocería, de aspecto robusto y pesado, con las ruedas prácticamente integradas en su interior, protegidas como si formasen parte de un vehículo blindado y que casi parecen levitar. Sus llantas de aluminio de veintiocho pulgadas, hechas en parte a mano, su techo panorámico, sus seis metros de longitud y la apertura de puertas, que levanta la cubierta para que el acceso sea más sencillo.

Habitáculo del Rolls-Royce 103EXRolls-Royce

Sin embargo, la verdadera y más importante invención la encontramos en el interior de este Rolls-Royce. Siendo un coche completamente autónomo, no necesita volante ni otro tipo de controles, y extrayendo todo ese aparataje del habitáculo hallamos que el espacio, en gran medida, se convierte en una confortable y particular sala de estar rodante. Con unos cómodos asientos que bien parecen un sofá y una enorme pantalla con el sistema de infoentretenimiento que bien nos evocará nuestro salón.

Lateral del Rolls-Royce 103EX con el maletero abiertoRolls-Royce

El Rolls-Royce 103EX suma, a toda la oferta, unos cuantos añadidos más. Un asistente personal, llamado Eleanor, capaz de conducir el lujoso coche según nuestros deseos y ofrecernos toda clase de recomendaciones, recordatorios y sugerencias. Un espacio para guardar las maletas en el lateral derecho de la parte delantera, justo entre la rueda y la puerta. O una luz rojiza que ilumina el suelo cuando las puertas se abren, evocando lo que podría ser una elegante alfombra roja.

Lujo y futuro en estado puro.

Toni Castillo
Toni Castillo

La curiosidad a veces me pierde y la inquietud hace que me embarre. Pero sin la una y la otra no sería lo que soy. Me gusta lo sencillo, lo simple, tener respuestas y, si no las encuentro, sacar enseñanzas. Levantarse si se cae. Andar y no parar. Sin la tecnología no sería nadie, pero sin un pedazo de papel y un lápiz me encuentro perdido. De ciudad, pero de campo. De mar, pero de montaña. Hedonista de las pequeñas —y a veces grandes— cosas. Definirse no es sencillo, pero al menos lo he intentado.