Es la última expresión del Phantom Drophead Coupé y es seguramente el menos Phantom de todos. Con líneas menos agresivas, aspecto general más amable y una experiencia que se asemeja a la de estar a bordo de un yate gracias a su increíble interior, este nuevo Rolls-Royce vuelve a dejar patente que los coches de la británica son sencillamente únicos.
La inspiración de los diseñadores vino con los barcos de regatas clase J de los años 30 y el resultado fue lo que Giles Taylor, director de diseño, resume en «una interpretación contemporánea del romanticismo atemporal de los vehículos descapotables».
El Phantom Drophead Coupé ha sido diseñado para ofrecer tanto al conductor como a los ocupantes del vehículo, a través de materiales nobles y naturales, una sensación de confort que evoque la navegación en un navío de gran lujo.
Rolls-Royce
Más de quince días son necesarios para coser completamente a mano el cuero del total de nueve pieles que revisten el interior; de un solo árbol se cortan la treintena de piezas que forman la cubierta de teca fabricada a mano que guarda la capota del descapotable; y más de 40.000 colores están disponibles para pintar la carrocería tal y como su futuro propietario desee.
Este especial vehículo y sus amplias opciones de personalización vienen acompañados por un potente motor de aluminio V12, caja de cambios de ocho velocidades, completo sistema de infoentretenimiento con monitor de 8,8 pulgadas, sistema de navegación, reproductor de DVD, faros LED adaptativos, con una brillante barra de luces diurnas que lo hacen inconfundible, y un sistema de cámaras que ofrece una vista completa de todos los costados del coche.
Rolls-Royce
Rolls-Royce permite completar el Phantom Drophead Coupé con servicios añadidos más allá de la elección de la pintura, como comentábamos antes, con la posibilidad de escoger un capó de acero cepillado, aplicado a mano, que acentúa las líneas de su diseño, doce neumáticos diferentes, cinco diseños y tres acabados, nevera y soporte para copas en el maletero o un cesta de picnic a juego con la teca y los acabados escogidos para el vehículo.
Si este es un coche único, con la personalización lo es aún más; para surcar el asfalto con estilo propio.