El fabricante británico AC era un respetado constructor de deportivos, aunque poco conocido fuera de sus fronteras. Gracias a la colaboración con el piloto deportivo Carroll Shelby, dieron el salto al mercado americano con uno de los modelos más reconocibles del siglo XX y que hoy en día es considerado como todo un clásico entre los coleccionistas, el Shelby Cobra.
El primer Cobra se construyó en Inglaterra, siendo uno de los primeros en usar una carrocería de aluminio ligero, por debajo de los 1.000 kilos. El motor escogido por Shelby era un V8 de 2,6 litros que venía del Ford Zephyr, que se montó en Estados Unidos. En realidad, el primer modelo era muy parecido al AC Ace, con varias modificaciones necesarias para adaptar la potencia del V8.
Bill Abbott editada con licencia CC BY-SA 2.0A partir de entonces se trabajó más en las líneas redondeadas y elegantes, muy británicas, mientras se cambiaba la motorización, con un 260 de 4,2 litros, aunque estuvo casi siempre en desarrollo. Se cambió la dirección por una de cremallera y eso alteró también el morro del coche. Hay que tener en cuenta que era un coche de carreras, lo que empujaba hacia delante aspectos como su potencia. Se le llegó a colocar un motor Ford de 7 litros que en el modelo de competición llegaba a ofrecer 485 caballos y 290 kilómetros por hora.
Del 63 al 65, el Shelby Cobra logró importantes victorias, lo que aumentó sus ventas, pero comenzó un lento declive que se confirmó tras no poder ser homologado en competición. 31 coches de carreras fueron vendidos para su conducción de calle, y hoy en día son piezas extremadamente raras, por las que se pagan millones de dólares.
Joe Mabel editada con licencia CC BY-SA 3.0Hay varios modelos del Shelby Cobra diferentes, como el Coupé, que rozaba los 300 kilómetros por hora. Tras 1966 se rompió la relación con AC mientras que la empresa norteamericana ha seguido manteniendo el nombre en una línea de modelos que conserva las líneas originales.
En 2016 se subastó el primer modelo de Shelby Cobra, el mismísimo número uno, alcanzando la cifra récord de 13,75 millones de dólares. Anteriormente, un Cobra Supersnake había llegado a los 4,2 millones, demostrando así la extraordinaria capacidad de fascinación que ejerce este coche sobre los coleccionistas.