Pensamos en atractivos y potentes deportivos de alta gama y pensamos en fabricantes italianos, quizás alemanes, tal vez japoneses… Sin embargo, a veces, no hace falta irse tan lejos para encontrar una pieza única, un automóvil espectacular. En España, en Valladolid para más señas, un modelo artesanal, realmente genuino, fabricado con la esmerada dedicación que merecen las mejores cosas de esta vida, ve la luz de manos locales. No es otro que el Tauro V8 Spider, el coche con el que el fabricante Tauro Sport Auto comenzó a andar hace cuatro años.
En una presentación de altura, con un buen número de invitados de excepción y notable asistencia de la prensa, hacía acto de aparición el nuevo deportivo español sobre el escenario. Lo hacían concretamente dos unidades: una con la carrocería de color negro contrastada con un interior dominado por el color rojo, y otra combinada justo al revés, es decir, con exterior en color rojo y habitáculo en negro. Corría el año 2012 y nacía un roadster realmente bonito cien por cien español.
TauroEl vehículo es una magistral unión de tradición y modernidad. Una vuelta al pasado, con el empleo de la tradicional fórmula de motor delantero y tracción trasera de este tipo de automóviles, y un salto al futuro, con unas proporciones adecuadas, unas formas más que agradables y un respeto escrupuloso por el medio ambiente, a pesar de ofrecer una cilindrada de escándalo.
El Tauro V8 Spider, construido sobre el chasis del Pontiac Solstice, se equipa con un motor de General Motors conocido como LS3 E-Rod de 6.200 centímetros cúbicos. Es el mismo que llevan los Corvette o los Camaro de los estadounidenses, y es el que consigue que esta bestia de la carretera con acento español pueda ofrecer 440 caballos de potencia y un par de 586 Nm.
Estas cifras, acompañadas por sus escasos 1.250 kilos, sus 4,2 metros de longitud y una caja de cambio manual de seis velocidades, consiguen una sensación de potencia latente que pide a gritos ser desatada. Aunque, cabe señalar, todavía existe una opción superior que llega a los 530 CV y 663 Nm. Ahí es nada.
TauroPero no todo es motor, y más allá de ese aspecto más que bien parecido que ofrece su exterior, el interior no defrauda. Tiene el sabor del roadster que es, con sus dos plazas divididas por una gran consola central, con un prominente freno de mano, tapicería de piel de gran calidad, con pespuntes contrastados con el color dominante y una capota de lona con accionamiento manual. No obstante, todos estos datos son una aproximación, ya que desde Tauro se ha pretendido que los vehículos sean un completo reflejo de sus propietarios, y por eso los afortunados tendrán voz y voto en su fabricación artesanal, decidiendo a placer entre diferentes opciones.
¿Mucha atención al detalle? No es para menos. Del Tauro V8 Spider solamente verán la luz una treintena de unidades. Y es que ser el primer modelo de un fabricante tan particular, genuino y dedicado, ser un vehículo pensado para disfrutar de la conducción, del lujo, la deportividad y el confort, no es cualquier cosa.