Vista de la botella de Catto's Rare Old Whisky
Catto's

Catto's Rare Old Whisky, el espíritu del pionero

Gourmet

Este sabroso Scotch Blended Whisky es uno de los más equilibrados en cuanto a sabor y precio de los últimos años. Todo un regalo de las Highlands.

Catto es uno de los sellos con mayor solera dentro de la historia del whisky escocés gracias al papel del legendario James Catto, uno de los primeros maestros de la actual destilación. Uno de sus primeros trabajos fue el lanzamiento del Catto's Rare Old Scottish Highland Scotch en 1861. Desde entonces, Catto se ha labrado una notable reputación y hoy en día permanece fiel a su receta original, usando los mejores ingredientes, siendo celebrado como uno de los grandes productores del mundo.

Así pues, Catto nos invita a descubrir el espíritu del pionero, la del propio James Catto, en cada botella de Catto's Rare Old Whisky, que se mantiene firme siguiendo la visión de su creador. Si algo caracteriza a este whisky es que tiene una mayor proporción de single malt que la mayoría de los Blended Scotch, algo que le otorga una mayor suavidad y complejidad en boca.

Botella del Catto's Rare Old WhiskyCatto's

Hay que destacar que la malta escogida para su fabricación proviene de las Tierras Altas y Speyside -siempre sin turba-, y se mezcla con grano de las Tierras Bajas. Para dotarle de un toque final muy especial, se deja madurar en barricas de roble que hayan contenido bourbon con anterioridad.

El resultado es un whisky de un agradable color dorado que recuerda a la miel, vivo en nariz con toques cítricos y que en boca se comporta suave, dulce y meloso. Su calidad ha sido refrendada en varias ocasiones con premios de la industria y de la crítica. Sin duda, uno de esos whiskys singulares cargados de tradición y con un toque personal.

Con cinco años de maduración, el Catto's Rare Old Scottish está disponible en España y sale a la venta a un precio muy asequible, unos 13 euros la botella.

Alfredo Álamo
Alfredo Álamo

Escritor, soñador, amante de los viajes largos y sin prisa, disfruto tanto con las cosas sencillas como con los últimos gadgets tecnológicos, con los lugares solitarios y los conciertos abarrotados, la comida tradicional y la nueva gastronomía. Contradicciones, creo, que hacen la vida mucho más interesante.