Como anillo al dedo, como diseño al champagne. Hace poco más de medio siglo la casa de champanes de Epernay, Perrier-Jouët, concebía la serie de caldos más cuidada de su historia, una colección de la mejor producción de las mejores cosechas que recibiría el nombre de Belle Epoque, Fleur de Champagne al otro lado del Atlántico, y se convertiría tan pronto como su llegada a los escaparates en uno de las mayores glorias de la compañía.
Las cuvées de prestige inevitablemente se convirtieron en emblema, y el grabado que las cubría, unas delicadas espirales de anémonas cornadas de oro obra del artista y maestro vidriero Émile Gallé, uno de los más prematuros y aclamados referentes del modernismo, en alegoría de la estima de la maison por la belleza, la naturaleza y la lírica de lo común
Y tantos decenios después una de las nuevas referencias de la colección, el Belle Epoque Rosé 2005, reivindica aquella celebración de lo cotidiano de la mano del artista brasileño Vik Muniz. Este exponente del arte contemporáneo que ha expuesto en plazas tan destacadas como el Metropolitan Museum of Art de Nueva York o el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, se ha valido de la incomparable luz rosada del champán para dar vida sobre el transparente vidrio a un ensoñador encuentro entre las emblemáticas flores de Gallé y un espléndido colibrí dorado.
Perrier-Jouët
Son, en palabras de Muniz, «esos encuentros fugaces que, tanto en la vida como en la naturaleza, alumbran una belleza única», encuentros entre un pájaro y unas flores o entre la chardonnay, la pinot noir y la pinot meunier que forman su coupage. El producto de tal ensamblaje, fruto de una añada excepcional de generosos contrastes, es uno de los vinos más extravagantes y sensuales que jamás ha visto la Belle Epoque, en palabras del chef de caves Hervé Deschamps, un champán con todo el terroir de esta prestigiosa casa, fresco, elegante y floral.
El Perrier-Jouët Belle Epoque Rosé 2005 diseñado por Vik Muniz es una edición especial, más que nunca de colección, difícil de olvidar tanto por el contenido como por el continente.