Pez totoaba

Totoaba: ¿por qué es el pescado más caro del mundo?

Gourmet
La totoaba es el pescado más caro a lo largo y ancho del planeta, pero, ¿qué es lo que lo hace tan especial? Descubre las características de este alimento especialmente apreciado en China.

La totoaba ha logrado la consideración de ser el pescado más caro a lo largo y ancho del planeta. Lo cual se explica por varias razones, una de las cuales es que se trata de una especie que se encuentra en peligro de extinción, y otra que capturarlo a veces se antoja una tarea imposible.

La totoaba se considera un diamante del mar

Se trata de una especie protegida que procede de México, concretamente de las aguas del norte del Golfo de California. Pero lo que realmente lo hace tan particular son sus propiedades, gracias a las cuales se ha ganado ser conocido como el "diamante del mar".

A la hora de cocinar no se utiliza su carne sino la vejiga natatoria de este pez (la parte del buche), que es con la que flota, y con la que se suele preparar una exquisita sopa. En China es un manjar muy preciado que alcanza un altísimo precio, y en aquel país se cuenta que la totoaba tiene propiedades medicinales y también afrodisíacas.

También es conocida como corvina blanca, y su tráfico ilegal supone un riesgo para la continuidad de la especie. Los expertos consideran que cuanto más añeja es, mejor sabor tiene. En China es un símbolo de poder y riqueza para la alta sociedad, y llega a venderse hasta rodeada de tela dorada.

La totoaba, que tiene una media de vida de veinte años, puede llegar a alcanzar dos metros de longitud, y pesar más de cien kilos. De ella dependen otras especies como la vaquita marina, que se alimenta de estos peces. Muchos habitantes del Alto Golfo de California viven de su pesca.

¿Cuánto cuesta la totoaba?

Según expertos en la materia, el kilo de totoaba puede llegar a costar hasta 60.000 dólares en el mercado negro, y además esta cifra ha aumentado de un tiempo a esta parte por la escasez que causa su caza sin control.

María Gil Fernández
María Gil Fernández

Enamorada de la escritura, y de todo lo que representa. La compagino con otras pasiones, pero prácticamente todas guardan alguna relación con ella. Y es que no hay nada que me haga sentir más libre que la palabra escrita; esa que no conoce ninguna clase de frontera.