Esta maravillosa creación está inspirada en el anfiteatro romano más famoso de la historia, El Coliseo. Un anillo único diseñado para celebrar el nuevo milenio, pues fue entonces cuando se puso en marcha su creación. Se buscaba una joya que encarnase la eternidad y la modernidad en una sola pieza. Un anillo cuyas líneas evocan la estética clásica y vanguardista al mismo tiempo.
BulgariUn anillo icónico que comenzó como un proyecto de diseño y que tan sólo una firma de la talla de Bulgari podía hacer realidad. Una joya con historia que al igual que su objeto de inspiración, pretende ser una obra prodigiosa. De la mano de los mejores arquitectos joyeros de la casa italiana se crearon hasta tres prototipos para elegir entre ellos el proyecto definitivo: B.zero1.
BulgariAl igual que su musa, B.zero1 recibe una etiqueta con historia. Se trata de un nombre arraigado al misterio que se explica mediante tres leyendas: en primer lugar, ''B'' de Bulgari y ''zero1'' como el infinito, origen de su forma espiral y en representación del círculo eterno de la vida. En segundo lugar, ''B'' de Bulgari y ''zero1'' como la primera joya Bulgari del segundo milenio. La tercera y última leyenda se refiere a los tres prototipos propuestos para convertirse en el icono del nuevo milenio.
BulgariEl primer prototipo de anillo, con la etiqueta ''B.01'' obtuvo la aprobación de forma inmediata. Espirales interiores, una geometría perfecta y un brillo enigmático en un solo color de oro. Los otros dos prototipos fueron guardados en secreto durante mucho tiempo hasta que por fin se dieron a conocer. El segundo diseño fue producto de un error perfecto, en lugar de ser de color uniforme como estaba previsto, se combinaron distintos colores de oro de forma errónea. Este error fue acogido como un gran acierto.
BulgariLa tercera propuesta fue la más atrevida de todas. El anillo de oro se estiró hasta sus límites creando una delicada pulsera, fina y rígida. El producto de más de 15 años de trabajo que ha dado lugar a una colección insólita y perfecta. Una obra maestra que habla por sí sola, celebrando el milenio y la eternidad del arte.
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