Los primeros yacimientos de ópalo fueron hallados en 1863 en Australia, país que hoy en día concentra 98% del mercado mundial de esta gema. Desde su hallazgo, el ópalo es una piedra muy distinguida en el mundo de la joyería y su valoración depende exclusivamente de dos factores que definen su belleza: su pureza y su capacidad de irradiación.
Hoy en día el ópalo se encuentra en casi todo el mundo, pero los más preciosos se hallan en Australia, Estados Unidos y México. También hay depósitos de ópalo en Etiopía, Eslovaquia, Hungría, República Checa, Brasil y Honduras.
Para determinar si un ópalo es de calidad se toma muy en cuenta su origen, sus colores, cristalización y pureza. En el mundo joyero consideran que los ópalos más finos son aquellos que vienen de México, Estados Unidos y Brasil, pues es en esos países donde se han hallado las variaciones de colores más exóticas.
Existen tantos tipos de ópalo que clasificarlos todos puede ser una tarea imposible. Los ópalos más usados en joyería son el ópalo negro, el ópalo de cristal, el ópalo blanco y el ópalo de fuego. Chopard, Chaumet y Van Cleef & Arpels son algunas de las marcas joyeras que prefieren el ópalo para dar vida a las prendas más emblemáticas de sus colecciones.
Colores del ópalo
El ópalo es una de las piedras más hermosas que puedan existir, tanto así, que los museos de minerales del mundo compiten por tener los ópalos más fluorescentes en su haber. El color es una de las propiedades más importantes de esta gema, no solo porque determina su calidad y valor, sino porque la variedad de tonos es tan amplia que podríamos afirmar que ningún ópalo se parece a otro.
El ópalo puede ser incoloro, azul, naranja, rojo, amarillo, púrpura, gris, verde, negro y marrón. Estos son solo colores de base, pues algunas piedras pueden mostrar más de un color según la dirección en la que se miren, al girarlas o al modificar su luz.
La fluorescencia del ópalo ofrece lo que se conoce como juego de colores, una serie de destellos de luz de distintas tonalidades que la piedra proyecta. Ese juego fluorescente es distinto en cada gema, por esta razón no mentimos al decir que no existe un ópalo igual a otro.
El ópalo, ¿una gema o un mineral?
Siempre se ha considerado que el ópalo, además de ser una piedra preciosa y versátil, es un mineral. ¿Qué de cierto hay en esto? Las normas científicas definen que un mineral debe ser de estructura cristalina, y el ópalo, por estar compuesto de sílice amorfo, carece de esta característica.
Siempre se ha considerado un mineral porque suele estar asociado con la calcedonia, y es que muchos tipos de ópalo parecen una calcedonia. Sin embargo, la dureza, las formas y su gran variedad hacen que el ópalo no solo sea distinto a todos los minerales, sino que resalte del montón.
Dpulitzer editada con licencia CC BY 3.0Propiedades del ópalo
Además de ser una de las piedras preciosas más apreciadas en el mundo de la joyería, se cree también que potencia la creatividad y tiene la capacidad de sacar a flote todos los talentos de una persona, no en vano es conocida como "la piedra de los artistas". También se piensa que el ópalo potencia la autoestima, la espontaneidad, el amor y la pasión.
Cómo reconocer que un ópalo es verdadero
La principal característica de un ópalo genuino es su luminiscencia. Incluso los ópalos negros son capaces de irradiar tonos azules y verdosos. Todos tienen un color base que proyecta destellos de luz o una combinación de varios colores que forman figuras, como es el caso del ópalo de fuego.
Los ópalos falsos se reconocen porque entre sus capas se encuentra una lámina negra o incolora con una delgada faceta de ópalo. Ningún ópalo sólido tiene base en la piedra, tampoco tienen un diseño similar al de la piel de una víbora en colores brillantes. Estas características, sin duda, corresponden a una piedra falsa.