No se sabe a ciencia cierta de dónde procede el nombre del topacio. Hay quien opina que su origen está en el antiguo sánscrito, y que significaría "fuego". Otros creen que deriva del griego, donde sería "buscar".
Lo único que es seguro es que, en escritos de Plinio, se explica que el topacio debe su nombre a una isla del Mar Rojo que tenía importantes yacimientos de piedras preciosas. Dicha isla se llamaba Zabargad, pero era conocida también como Topazos.
Por mucho tiempo se pensó que un topacio encontrado en las minas de Ouro Preto en 1740, era en realidad un diamante. De hecho, se le conoció como "Diamante de Braganza", y se introdujo en la colección de joyas de la corona portuguesa. Quizás esto ocurrió porque este topacio es una gema sin color, que realmente podría parecer un diamante.
Tipos de topacio y sus colores
A día de hoy el color más común entre los topacios es el azul, en diferentes tonalidades, si bien hay topacios en otros muchos colores como el dorado típico del topacio imperial. En todo caso, hablamos de una piedra que durante siglos ha sido utilizada en joyas, incluso de la realeza, de diferentes civilizaciones.
Este mineral se utiliza en joyería en todos los colores en los que está disponible, por ejemplo el rosado o el naranja, siendo precisamente esta variada paleta de colores una de las principales razones por las que el topacio ha sido objeto de controversia durante mucho tiempo.
En todo caso, se trata de una piedra que se puede utilizar en joyas de toda clase, ya que al tener una dureza de ocho puntos en la escala de Mosh, resulta un material especialmente resistente.
Propiedades del topacio
Junto a estos usos, se cree que el topacio también cuenta con propiedades terapéuticas. Se le asocia al tercer chakra, considerándose una piedra asociada a la generosidad, la alegría, la creatividad y la abundancia.
También se piensa que ayuda a recobrar fuerzas tanto a nivel físico como espiritual, y que sirve para superar limitaciones.