Grecia, finales del siglo XIX y un orfebre griego en busca de nuevas oportunidades. Cuando Sotirio Bulgari emigró junto a sus dos hijos, Constantino y Giorgi, a Italia, nunca hubiese imaginado que la magnificencia de sus joyas se impondría sobre la barrera del tiempo apuntando al más alto de los éxitos.
Corría el año 1905 cuando se asentaron en el número 10 de la Via dei Condotti, una de las vías de mayor afluencia comercial de Roma. Ofrecían productos lujosos y a su vez desenfadados, algo que fue muy bien recibido por parte del público de la clase alta. La pequeña boutique adquirió gran popularidad y muchas fueron las personalidades distinguidas, como Gary Cooper o los príncipes de Mónaco, quienes se convirtieron en acérrimos compradores de la firma.
Fueron sus hijos quienes, tras el fallecimiento de Bulgari, decidieron tomar las riendas del negocio. En 1970 establecieron otra sucursal en el Hotel Pierre de Nueva York y en 1984 los nietos de Sotirio, Paolo y Nicola, se hicieron con el control de la marca. Su fama crecía con el tiempo y uno de los detonantes de su fama mundial fue encontrar en 1985 a Elisabeth Taylor fotografiada en una piscina y engalanada con joyas de la casa.
En 1900 la firma lanzó su primer perfume, y un año después, formó una cadena de hoteles junto a la empresa hotelera Marriott International. Desde entonces, su lujo desenfadado no ha dejado de protagonizar los joyeros más distinguidos y en las ocasiones más especiales. Si algo distingue a la firma es su defensa del uso diario y la sencillez de las piezas. Joyas para ocasiones especiales pero también para todos los días. Su magnificencia y maestría en la fabricación de sus artículos ha posicionado a la firma como un referente internacional en el mundo del lujo.
Un símbolo ineludible de su joyería es la elipse. Apareció por primera vez a finales de los sesenta y se ha introducido y reinterpretado en colecciones posteriores. La firma italiana popularizó el uso del oro amarillo y la combinación de piezas de antaño con modernos apliques. En 2014 la marca celebró su 130 aniversario, y lo hizo mediante el recuerdo de algunas de sus piezas más icónicas y emblemáticas. En la actualidad, Bulgari camina a pasos agigantados hacia la eternidad, algo que Sotirio Bulgari jamás hubiese imaginado.