La artesanía, el lujo y el mundo de los caballos se unen en una historia que lleva por bandera el nombre de Thierry Hermès. Corría el año 1837 cuando un joven prusiano, amante de los caballos, abría una guarnicionería. Fue su nieto, Emile-Maurice, visionario de su época, quien se hizo cargo de la herencia de su abuelo, que su padre ya había ampliado.
Tenían una pequeña tienda en el número 24 de la Rue du Faubourg Saint-Honoré, en París. Al joven le apasionaba viajar, y durante un viaje por Canadá, dio con un artículo llamado cierre relámpago. Fue tal su admiración por dicho artilugio que se hizo con la patente y comenzó a incluirlo en bolsos y prendas de vestir, lo que posteriormente se ha conocido como cremallera. Años más tarde vendería la licencia a otros diseñadores de la talla de Chanel o Lanvin.
En 1929 la maison Hermès presentaba su primera colección femenina y ocho años más tarde se crea el icónico primer carré de la casa francesa. Una firma que generación tras generación se ha mantenido en manos de la familia Hermès pese al continuo acecho del grupo LVMH. Jean-Louis Dumas es el nieto de Emile-Maurice y responsable de la empresa desde hace 35 años. Él mismo también es responsable de la venta del 35% de la compañía a la firma Jean-Paul Gaultier y de su contratación como diseñador.
Cuando formas parte de la quinta generación de Hermès, lo más importante es mantener la filosofía y ser fiel a los mismos principios que mi padre y mi abuelo… Sin embargo, Hermès se había convertido en una princesa dormida cuya belleza tenía encantado a todo el mundo. Necesitaba un príncipe que la despertase.
Sin embargo, han sido muchos los príncipes y las princesas encargados de despertar la firma en los últimos años. En 2003, el propio Gaultier fue el encargado de tomar las riendas de la imagen de la maison, manteniendo el discurso y los valores propios de la misma. El mismo diseñador dio paso en 2010 al ex director creativo de Lacoste, Christophe Lemaire, quien diseñó una colección dedicada a la mujer real y sobria hasta que en 2014 abandonase su puesto de director creativo.
Pasados más de 150 años, Hermès se mantiene al frente de sus valores. Una marca que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin renunciar a su esencia y ha sabido conservar el gusto por el lujo. Calidad atemporal y los mejores profesionales del diseño se congregan en esta firma legendaria que promete ser eterna. Elegancia y discreción, sinónimo de Hermès.