Tras trabajar para los mejores maestros relojeros de su época, Ulysse Nardin decidió emprender su propio negocio en 1846, dedicado a construir cronómetros marinos y delicado material de navegación, un producto que requería precisión, resistencia y calidad. Bajo su tutela, la empresa aplicó sus conocimientos sobre astronomía y navegación para ajustar a la perfección sus relojes y cronómetros, que han dado fama mundial a la marca durante más de cien años.
Instalados en el mismo taller de Le Locle, en Suiza, desde 1865, Ulysse Nardin ha destacado por su constante desarrollo técnico e innovación, llegando a suministrar sus cronómetros marinos a casi un 15% de todos los barcos del mundo durante gran parte del siglo XX, incluyendo grandes marinas de guerra, como la rusa o la japonesa.
En 1935 alcanzaron un gran logro al introducir un cronógrafo de bolsillo capaz de calcular tiempos intermedios con una precisión nunca vista hasta el momento, lo que supuso su introducción en el mundo del deporte y la ciencia. Su labor se ha visto recompensada con más de 4000 premios, medallas de honor en ferias internacionales y exhibiciones profesionales.
Con la llegada de Rolf W. Schnyder en 1983, Ulysse Nardin comenzó una nueva época, con creaciones tan importantes como el astrolabio Galileo Galilei, un complejo instrumento que le valió entrar en el libro Guinness de los récords en 1989. Posteriormente, su dedicación a los relojes de muñeca ha dado modelos como el San Marco, el Marine Chronometer 1846 y una pieza excepcional, el Perpetual Ludwig.
En 1999, y acercándose al cambio de milenio, Ulysse Nardin presentó el GMT Perpetual, con el que se llevó el Year 2000 Innovation Prize, un galardón que volvería a recibir en 2002 por el Freak, un carrusel tourbillon con un sistema revolucionario creado por la marca suiza, y que ha utilizado en el Freak 28 800 V7h y el Royal Blue Tourbillon.
Esta época ha confirmado la trayectoria de esta marca, dedicada a la innovación y el diseño. De ellos habría que destacar el Freak DIAMonSIL, con el que combinaron el lujo de los diamantes y el trabajo técnico de Innovision. Desde 2011, Patrik P. Hoffman dirige la compañía, que ha seguido trabajando en el campo de los cronómetros marinos con gran éxito, además de presentar varios relojes de lujo al unirse a Kering's Luxury Watches.
En la actualidad siguen innovando con mecanismos como el UlyChoc, uno de sus últimos trabajos y que se ha confirmado como uno de los grandes desarrollos en la historia de los mecanismos de relojería. Sin duda, un paso más para una marca ligada a la tradición pero con la vista puesta siempre en el futuro como es Ulysse Nardin.