John Lobb fue un granjero que aterrizó en Londres a finales del siglo XIX y se convirtió en el zapatero más famoso de la ciudad. Sus creaciones eran totalmente artesanales y recibía encargos de la alta sociedad, quienes acudían a su taller a vestir sus pies; entre ellos el Príncipe de Gales y más tarde Eduardo VIII. Se convirtió en un referente de calidad y sobre todo de refinamiento. Desde entonces los sucesores de John Lobb han continuado su legado en el universo del prêt-à-porter de lujo.
John LobbA día de hoy y con más de 150 años de experiencia, la firma continúa confeccionando botas y zapatos a medida con los mejores materiales. La maestría ancestral de John Lobb consiste en el saber hacer y en la innovación técnica continua. Se reconoce a la marca por la producción de zapatos completamente a medida, adaptándose a la perfección a las exigencias del cliente. Cada par de zapatos requiere un trato especializado de un promedio de 50 horas de trabajo, de la mano de los más cualificados artesanos.
John LobbEl proceso artesanal se lleva a cabo en un taller de París, en la rue de Mogador y es minucioso. En primer lugar, el cliente elige el modelo deseado de zapato, especificando la forma y el tipo de cuero. John Lobb solo ofrece pieles de primera calidad y trata también con pieles exóticas, como de elefante o avestruz. La altura del talón, la suela o el tipo de cordón, entre otros detalles, también son decisión del cliente. Tras la primera visita, el maestro artesano esculpe la forma del pie sobre madera de carpe conforme a las medidas previamente tomadas.
John LobbEn la segunda visita, el cliente se prueba la maqueta del calzado para comprobar y refinar todavía más la precisión del par deseado. Por último, se realiza el montaje final y se entrega el par de zapatos John Lobb, totalmente personalizado y con el monograma de la marca. Después se especifican los cuidados idóneos para conservar el brillo natural de los John Lobb.
John LobbJohn Lobb no sólo ofrece durabilidad, robustez y elegancia atemporal, pues su gran virtud es la comodidad. Unos zapatos de lujo que encajan a la perfección en el pie de quien los encarga y que extienden su personalidad allá donde va. Además, también se cuida al detalle el proceso de fabricación de los modelos predeterminados que no son a medida.