Cuando el sol se pone por el horizonte, en pleno crepúsculo, el cielo se torna de un intenso color azul. Ese instante mágico en el que los rayos solares ya no rozan la tierra que pisamos, pero sí iluminan con delicadeza el cielo, se lo conoce como «la hora azul» y es especialmente bello en entornos urbanos. Dejándose ver a través de los edificios, iluminando tenuemente esos segundos que separan la luz de la oscuridad.
Ese entorno mágico creado por el alba es el que ha tomado Montblanc para inspirarse a la hora de concebir una colección de estilográficas, la Meisterstück Blue Hour, con grandes referencias como la Meisterstück Solitaire Blue Hour Skeleton 149, conocida de forma más simplificada como la pluma Montblanc Meisterstück 149 Skeleton.
Montblanc
Esta pieza es una de las que más enfatiza la belleza de esa «hora azul», emulando con su diseño la degradada luz azul crepuscular que se atisba en el horizonte y delicadamente se deja ver en las ciudades. Jugando con la luz de las farolas que empiezan a iluminarse y los recovecos de oscuridad que la ausencia del astro rey provoca. Creando esa aura tan urbana, tan instalada en la memoria de quienes aprecian los pequeños detalles.
Lo hace empleando un vistoso esqueleto de platino, aplicado tanto en la pluma en sí misma como en el capuchón, cuyos cuerpos están coloreados de un intenso y muy especial color azul. Eléctrico, chispeante y brillante. Gracias a estas características, los huecos que deja ese armazón y la luz, se provoca un juego de brillos y reflejos que bien recuerda a la hora a la que debe su nombre e inspiración.
A todo ello se une un plumín fabricado en oro de dieciocho quilates, grabados a mano en un proceso compuesto por más de una treintena de pasos; se le da al cuerpo de la estilográfica un tamaño de 149, indicado en el propio nombre, buscando realzar la pieza entre las iguales de la colección; y la tinta especialmente concebida para esta colección de pluma, la Meisterstück Twilight Blue.
