Escribir no es cualquier cosa. Y hacerlo como cuasi siempre se hizo, sobre papel, a la antigua usanza, menos. Por ello, para tantos y tantos escritores, tan importantes son las palabras que se desean plasmar sobre el blanco lienzo de celulosa, como el instrumento con el que lo van a hacer. Y si la mayoría tiene uno como favorito, como parte de su alma narradora, ese es la pluma estilográfica.
Para ellos y todos los demás, bien seamos coleccionistas, personas con especial debilidad por estos útiles o simples mortales hedonistas que gozan admirando la belleza de todo aquello que les rodea, nace una pieza inigualable. Un instrumento deslumbrante. Una pluma que, aunque vaya a ser un problema, deja sin palabras. De la mano de la firma italiana Montegrappa llega Q1, su proyecto más ambicioso hasta la fecha.
Enmarcada en la elocuente serie denominada Cult Collections, es una pluma que no entiende de normas, convencionalismos, límites o fronteras. Una estilográfica con cualidades técnicas nunca vistas antes. Con diseño que probablemente jamás habríamos imaginado en una creación de este tipo. Pero aquí está. Porque aunque no se aleja un ápice de su función única y genuina, que es la de escribir, ser ni más ni menos que una pluma fuente y solamente eso, hace gala de unas características increíbles, tanto a nivel técnico como estético.
MontegrappaEl diseño más funcional de la Montegrappa Q1 ha querido inspirarse en la tecnología empleada desde hace decenios en armas de fuego, como los revólveres, para componer un complejo sistema múltiple de carga de cartuchos de tinta. La pequeña obra de ingeniería y diseño patentada por la marca, y fabricada en acero inoxidable de gran calidad y durabilidad, permite emplear hasta cuatro tintas diferentes. Como aquellos bolígrafos multicolor que tantos buenos recuerdos de infancia traen a algunos.
Exteriormente, la pluma italiana está compuesta por un cuerpo de resistente titanio, una tapa del mismo material en combinación con piel italiana y un plumín de oro de 18 quilates. Su diseño, de corte modernista, ha concebido además el cierre del capuchón sobre la pieza principal mediante un sistema análogo al que emplean los objetivos de las cámaras réflex.
Q1, fruto de un trabajo de investigación y desarrollo de dos años, verá la luz en una exclusiva edición limitada a un centenar de piezas. Todas ellas se acompañarán de una caja de madera y lino donde podrá colocarse la estilográfica junto a los accesorios necesarios para su adecuado mantenimiento.