La Luna, nuestro satélite natural, siempre se ha asociado al romanticismo, a la feminidad, a la belleza. El cuerpo celeste ha sido además, para muchos pueblos antiguos, un importante símbolo cultural, mitológico e incluso mágico. Ahora toda esa aura vuelve a inspirar, vuelve a servir de musa, en esta ocasión a la femenina colección de relojería, joyería y escritura Bohème de Montblanc.
Homenaje a la mujer de espíritu libre e independiente, a la fémina del tiempo actual, a la que no le teme a nada y no necesita de nadie. Con estilo puro, limpio, sofisticado, elegante y, sobre todo, femenino, esta bella serie encuentra un perfecto ejemplo de su esencia en uno de sus dos relojes emblema, el Bohème Moongarden.
MontblancEn una fusión inigualable de técnica y estética, de romanticismo cautivador y puro refinamiento, Montblanc ha tomado los nombres de las doce diferentes lunas llenas para crear un guardatiempo que, mes a mes, muestra sus denominaciones. En una deslumbrante esfera blanca plateada guilloché, con noventa facetas, una ventana con forma de media luna situada en el centro y rodeada por una delgada línea dorada muestra el nombre de los diferentes plenilunios del año señalando, al mismo tiempo, la fase lunar del momento en una abertura situada a las 6.
El Montblanc Bohème Moongarden destaca, además, por un imponente bisel de oro rosa de 18 quilates engastado con 78 finos diamantes Wesselton, unos delicados y exquisitos números arábigos florales con un prominente número 12 y unas ajugas de tipo hoja chapadas en oro rosa que, como el bisel, también alcanzan los 18 quilates. La pieza se remata con un mecanismo que facilita el cambio de su correa ya que el modelo no tiene una, sino varias, cada una confeccionada con colores relacionados con las estaciones del año. Se encuentra también disponible en acero con la misma esfera o una versión azulada.
Pura feminidad gentileza de la Luna.