Dicen en Chanel que «todo comenzó con un deseo, una visión y un bosquejo». Que es un diseño nuevo; que fue concebido a partir de un sueño. Que su movimiento también es nuevo; y que fue diseñado para darle vida. Que su caja es también nueva; y fue especialmente creada para albergarlo. Porque dicen, o más bien aseguran, que así funcionan en la maison. A base de deseos, a base de sueños. Lo primero son su motor y lo segundo el nacimiento de sus creaciones.
Una de estas creaciones, tremendamente especial, Monsieur, es una de las últimas en llegar. Y no es especial por todo lo que decíamos, no solamente por eso. Es singular, única, sin igual porque es un hito en la historia: es el primer reloj masculino de Chanel. Exclusivamente creado para el hombre. Creado pensado solo y únicamente en él.
ChanelLa pieza está dotada con el Calibre 1, el primer movimiento de alta relojería propio de la casa, desarrollado, verificado y ensamblado de principio a fin por la firma. Es mecánico y de cuerda manual. Lo componen un total de 170 piezas. Y se distingue sobre otros por llevar su doble complicación integrada en la platina, no adosada a la base. Es por eso, por los cinco años de desarrollo que ha llevado concebirlo y por su esencia tradicional pero decididamente contemporánea, que resulta tan único.
Y a fin de cuentas el movimiento es, a la postre, el responsable de mover el primer reloj que han creado pensando en el hombre. Monsieur, gracias a él y su reserva de marcha de tres días, brinda con garantías dos interesantes funcionalidades. La primera es la función de la hora saltante, que requirió de un dominio total de los microimpactos y el consumo de energía asociado a su funcionamiento, situada a las 6 horas. Y la segunda el minutero retrógrado, que hace mucho más fácil el ajustar con facilidad el marcaje del guardatiempo.
ChanelEste reloj masculino concluye su extrema singularidad resguardándose en una caja excepcionalmente sobria, redonda, de cuarenta milímetros, que busca la pureza por encima de cualquier otra cualidad, y una esfera de increíble belleza hecha en opalina plateada. Esta, queda protegida por un cristal de zafiro sutilmente abombado que, gracias a esta característica, juega con la luz creando sorprendentes efectos.
A lo largo de este año que pronto acabará se han producido trecientos movimientos numerados de los cuales una mitad corresponden a una versión en oro beige y otra al modelo en oro blanco. Chanel Monsieur es un paso adelante más en la historia de tan venerable firma.