"Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para los relojes". El título nos podría haber salido largo, pero sería inevitable adaptar aquella célebre alocución de Neil A. Armstrong cuando pisó la Luna el 21 de julio de 1969. El Apolo 11, el módulo que consiguió llevar a la Luna a unos hombres que conseguirían pisarla fue también el viaje en el que de forma oficial un primer reloj era llevado al satélite.
¿El elegido? El único que consiguió pasar las férreas pruebas de la NASA y ser certificado como el único reloj autorizado para actividad extravehicular, el Omega Speedmaster.
Más de 45 años después de aquel incomparable hecho para la historia mundial, el apodado como Moonwatch continúa siendo un reloj mítico e inconfundible que la casa suiza ha sabido cuidar. A lo largo de los años no han faltado las actualizaciones y ha sido adaptado a toda clase de gustos sin olvidar, por supuesto, el hito que lo catapultó a lo que hoy es. El último homenaje que ha recibido es el Grey Side of the Moon.
Omega
Inspirado en el polvo lunar, aquel sobre el que los astronautas Armstrong y Aldrin dejaron sus huellas con este último llevando el Speedmaster en la muñeca, la contraparte del Dark Side of the Moon emplea cerámica blanca y un proceso de calentamiento a 20.000 grados centígrados en hornos de plasma. Todo ese trabajo no tiene otro objetivo que conseguir un increíble color gris lunar, como aquel que tanto llamó la atención del astronauta del Apolo 8, Jim Lovell, orbitando alrededor del satélite.
Y a él se une una ardua tarea de manufactura, la de añadir a la impoluta esfera de platino 950 tratada al chorro de arena, dos subesferas también de platino totalmente integradas, el incorruptible cristal de zafiro que lo protege, la escala taquimétrica y el resto de elementos. Entre ellos, el calibre Omega 9300 Co-Axial que aloja en su interior, con remates en rojo en la cara visible.
El Grey Side of the Moon se complementa con una pulsera de piel gris y los números, los índices, la aguja horaria, el minutero, el segundero y el símbolo omega grabados y rellenos de Super-LumiNova. Pura belleza lunar.