Dicen que detrás de una gran marca siempre hay un gran equipo. De trabajadores, creadores y entusiastas. Y con Candino esta máxima se cumple a rajatabla. Porque por un lado esta firma se sustenta por un grupo con más de tres décadas de historia, presencia en más de noventa países de los cinco continentes y más de cinco millones de relojes vendidos anualmente, Festina, y por otro en su propio pasado. Iniciado en 1947.
Fue entonces, a mediados del siglo XX, cuando Adolf Flury-Hug fundó Candino en Herbetswil, una comuna suiza del cantón de Soleura. En 1956 construyó su primera fábrica, con ochenta empleados. Y en 1968 su segunda, pensada para más de un centenar. Desde ese momento, se sucedieron hitos. En 1976 comenzó a fabricar relojes digitales electrónicos especiales. En 1977, presentó su primer reloj de metal duro. Y en 1983 desarrolló relojes con indicación de fase lunar, basados en la tecnología cuarzo.
Sería en 2002 cuando Candino Swiss Watch paso a formar parte del grupo Festina Lotus y se iniciaba una nueva andadura. Perseverando en esa filosofía que desde los inicios marcó la firma: su apuesta por materiales y procesos de fabricación innovadores, así como su espíritu pionero, el mismo que le ha llevado a reinventar el concepto pair watch para crear una colección de relojes homólogos, para hombre y mujer, en el que la única diferencia es el tamaño de la caja.
Candino
Son relojes Candino como los de la Titanium Collection, hechos en titanio, con tres agujas, cristal de zafiro y unas dimensiones de 41,50 mm para él y 31 mm para ella. Los referenciados como c4609/1 y c4610/1, de la Classic Timeless Colecction, también con tres agujas, construidos en acero inoxidable, con fechador y cristal de zafiro, que ofrecen unas medidas de 39,30 mm para la versión masculina y 30,50 mm para la femenina.
Toda una demostración de que un buen diseño, con las particularidades que tenga, es tan portable por un hombre como por una mujer. Porque los convencionalismos no vienen dado por nadie más que por nosotros.
