Los principales dominios de Breitling se extienden por las alturas, siendo el cielo el hábitat natural de sus relojes desde hace décadas. Sin embargo, en algún momento, decidieron bajar a las profundidades. Y de qué manera lo hicieron. Cambiaron aviadores por buceadores y presentaron hace menos de un año el único cronógrafo del mundo estanco y funcional hasta 2.000 metros de profundidad, el Superocean Chronograph M2000.
Se trata de un verdadero aliado de los profesionales del buceo, una herramienta imprescindible para los conquistadores de los fondos más profundos. Mediante un sistema patentado y exclusivo de pulsadores magnéticos, este reloj es capaz de llevar a cabo las diferentes funciones del cronógrafo que es a través del metal de la caja sin necesidad de pulsadores tradicionales, los que podrían comprometer su estanqueidad.
El modelo, que había sido ofrecido hasta el momento en diversas combinaciones de colores y materiales siendo el de acero pulido el más destacado, llega ahora en una serie limitada a 250 piezas con una caja de acero satinado de color negro, obtenido mediante un laborioso tratamiento de alta resistencia a base de carbono. Se trata del Superocean Chronograph M2000 Blacksteel.
Su esfera se presenta a juego con el cuerpo, con índices y agujas sobredimensionados con un relleno de material luminiscente, el bisel giratorio unidireccional acanalado opta por un sobremodelado en caucho negro y su correa está confeccionada en cuero también negro con un borde blanco.
Por supuesto, esta verdadera perla negra de Breitling en apariencia y funcionalidad emplea el movimiento SuperQuartz con certificado de cronómetro del Control Oficial Suizo de Cronómetros, posee la válvula de descompresión para la evacuación del helio y monta un cristal de zafiro de 4 milímetros de espesor con tratamiento antirreflejos para una más que correcta visión.
Todo un emblema de las profundidades marinas hecho por todo un símbolo de los cielos.