Desde su fundación hace más de una década Magico no ha dejado de perseguir el único objetivo que su creador, Alon Wolf, se marcó: liderar con diferencia el sector del audio contemporáneo. Esa meta ha quedado patente en cada uno de los productos que la compañía ha ido sacando al mercado durante estos años y, muy especialmente, en sus buques insignia. El último, el Q7 MK II, no deja lugar a las dudas.
En palabras de sus ideólogos, este altavoz es la mayor consecución que jamás han alcanzado, “el logro supremo de Magico”. Valiéndose de algunas de las nuevas características que pudimos ver de estreno en el novedoso M-Project, el gran sucesor del Q7 mejora notablemente tanto el altavoz de agudos, como el de rango medio y el crossover.
Así por ejemplo, el tweeter que incorpora sube de los 26 a los 28 milímetros de diámetro siendo igual al del emblemático altavoz de edición limitada con diafragma de berilio y recubrimiento de diamante.
Magico
Magico también ha puesto el acento en la propia construcción del equipo y se ha preocupado de redistribuir la configuración de elementos para asegurar un sonido impecable. Las más de cien piezas de aluminio, cobre y acero inoxidable de los que se compone, junto con los casi setecientos elementos de fijación, se han dispuesto de modo que ofrezcan el equilibrio áureo entre masa, amortiguación y rigidez junto a su marco de tres ejes.
Por último, cabe destacar el esfuerzo de la compañía en la minimización de las corrientes de Foucault, responsables de distorsiones. El sistema empleado para erradicarlas ha sido, sencillamente, saturar las piezas de hierro del altavoz tanto como ha sido posible para, así, estas no puedan desarrollarse y el sonido sea siempre más que perfecto.
El Magico Q7 MK II ha sido puesto a la venta por un precio oficial de 229.000 dólares estadounidenses para los nuevos compradores y 44.000 para los que deseen actualizar los precedentes Magico Q7.