Nadie sabía nada, los rumores habían podido evitarse, la sorpresa estaba servida. Porque sí, llegó la presentación de Microsoft en la que se esperaba conocer todos los detalles de su nuevo sistema operativo Windows 10, los conocimos y, de postre, tuvimos un regalo: las Microsoft Hololens.
El auditorio esperaba un wearable, quizás un dispositivo que fuese un poco más allá de la pulsera cuantificadora que tiene en la actualidad la compañía de Redmond, pero no unas inesperadas gafas que mezclasen la realidad virtual con la realidad aumentada. Las caras de los presentes así dieron cuenta de ello.
MicrosoftPorque las Hololens son unas gafas, sí, pero no unas cualquiera, no unas siquiera parecidas a las casi desaparecidas Glass de Google, no unas que son realidad virtual como las Oculus Rift, no. Las lentes de Microsoft son una suerte de híbrido que junta el mundo real con el digital para, a través de ellos y gracias a la combinación de la realidad aumentada y la realidad virtual, ofrecernos un maremágnum de posibilidades
¿Pero qué podemos hacer con estas gafas? Si deseamos una respuesta corta, aquí está: prácticamente cualquier cosa. Desde jugar al Minecraft sobre la mesa del café de nuestro salón, pudiéndonos mover a placer en el escenario construido, a repara la lámpara de la habitación de invitados con nuestro cuñado, avezado manitas, dándonos instrucciones a través de una llamada de Skype mientras ve todo lo que estamos haciendo. Todo ello únicamente requiere de, obviamente colocarnos las gafas —que de momento bien se acercan a parecer un casco—, y hacer uso de nuestro dedo índice como si de un cursor se tratase.
MicrosoftPero las posibilidades no se terminan en estos ejemplos, y es que aunque todavía se trata de prototipos y primeras experiencias, con el dispositivo también podremos modelar objetos en tres dimensiones para después materializarlos en impresoras ídem o dejarnos el dedo índice en su sitio para navegar por internet desde las gafas haciendo uso de nuestros ojos.
Las Microsoft Hololens todavía no tiene fecha de llegada al mercado pero se espera que se vean, según apuntaron en la presentación, a lo largo del ciclo de vida del sistema operativo Windows 10. Teniendo en cuenta que acaba de salir y le quedan unos cuantos años por delante, probablemente debamos todavía esperar sentados.