A partir de una exitosa campaña de crowdfunding lanzada en 2012, el desarrollo de Oculus Rift levantó una gran expectación hasta que en 2014, Facebook adquirió la compañía por 2.000 millones de dólares, convirtiéndose en una de las grandes inversiones de la red social. En 2016 se presentó su primer modelo comercial.
Este casco nos ofrece la posibilidad de una experiencia audiovisual inmersiva de primer nivel, en la que nuestro movimiento está perfectamente integrado con el escenario en el que nos sumerge. El Oculus Rift no funciona por sí solo, ya que necesita de un ordenador medianamente potente, estamos hablando por lo menos de un procesador i5 y una gráfica capaz de mover todo el entramado virtual de manera fluida, equivalente a una NVIDIA GeForce GTX 970, como mínimo.
Oculus RiftLas pantallas con la que el Oculus Rift nos engaña a la perfección son dos OLED con una resolución de 1080x1200 con noventa hercios y refresco global, con el que elimina cualquier problema de líneas borrosas y brillos no deseados, algo común cuando nos acercamos a un monitor normal. Para completar la experiencia, el casco viene con unos altavoces con efecto de audio 3D a tiempo real que acompaña perfectamente al entorno visual.
Sin duda, el sistema Constellation es la guinda a Oculus Rift. Este sistema permite controlar al milímetro el movimiento del casco y así transmitir perfectamente la sensación de estar dentro del sistema. Esto incluye el control de otros periféricos conectados al casco y que pueden formar parte de la experiencia, como mandos de juego, por ejemplo.
Oculus RiftSus aplicaciones son muchas, aunque quizá las que han llamado más la atención son las que están dedicadas al mundo del videojuego. Cada vez son más los estudios que están desarrollando versiones que Oculus Rift pueda utilizar, así como juegos creados en exclusiva para el casco. Pero lo cierto es que ofrece más posibilidades, como la emisión de vídeo en 3D, que permite una experiencia completamente nueva en cine y televisión.
En cuanto a la comunicación, Oculus Rift se presenta como una gran oportunidad para las redes sociales virtuales en las que se deja atrás la comunicación vía texto para dar paso al encuentro virtual, una versión mejorada de intentos como Second Life, que gracias a la fuerza de Facebook puede ser de lo más interesante.
Oculus RiftY no podemos dejar de hablar de la parte educativa, ya que la enseñanza en entornos de tres dimensiones asistida por ordenador supone un salto dentro de las técnicas habituales, proporcionando herramientas donde sólo la creatividad de los programadores parece el límite. ¿El precio de todas estas posibilidades? 600 dólares en su versión más sencilla.