Roy Harpaz es un diseñador israelí que ha presentado uno de los tocadiscos verticales más originales de los últimos años. Lejos de transportar la idea del tocadiscos tradicional, ha apostado por una idea minimalista, donde el espacio y el propio vinilo copan el protagonismo.
La forma del TOC es, según Harpaz, la de un huevo de dinosaurio. Incluso el nombre viene de ahí, TOC se refiere a varias épocas del Mesozóico, la gran época de estos animales. Eso sí, la cobertura fnal que le ha dado es de madera, logrando que se pueda integrar en cualquier casa. Esta forma de huevo apuntado, dividida en dos partes verticales, le permite sostener el vinilo de una manera natural, dejando todos los elementos mecánicos y de lectura en su interior. Se maneja con un mando a distancia, pero también presenta unos botones led en el frontal, que permanecen ocultos de manera habitual.
Roy Harpaz
En la parte trasera, la que no se suele ver, tenemos las conexiones de audio y también la selección de tamaño de disco y de revoluciones que queremos elegir mediante varios botones mecánicos. También presenta dos salidas de USB para su conexión a un ordenador o una llave de memoria, ya que el TOC realiza una conversión del formato analógico al digital. La presión y el ajuste los realiza de manera automática y tanto la aguja como un pequeño cepillo están integrados dentro de un cartucho que se puede cambiar más adelante.
Roy Harpaz
Este arriesgado diseño está por el momento en su fase de creación. Harpaz ya ha desarrollado un prototipo operativo y está a la espera de conseguir lanzar este tocadiscos vertical al mercado. Un concepto minimalista, que a simple vista podría pasar una figura decorativa, pero que encierra un tocadiscos completo. Su aspecto durante la reproducción del vinilo se corresponde con esta idea, logrando un diseño sobrio y cerrado, si bien los amantes de la alta fidelidad y del control absoluto de la reproducción no encontrarán aquí su tocadiscos ideal.
