12 hoteles de ensueño en el mundo

Tanto en unas prolongadas vacaciones, una temporada sabática o una corta escapada de fin de semana el hotel donde nos alojamos —si es que no vamos a una residencia propia, alquilada o prestada— es crucial. Especialmente si nuestra intención, en nuestro retiro temporal de la vida diaria, es entrar en él y apenas salir. Hasta que toque volver a la realidad, claro. Pensando en tales deseos, en Hedonistas hemos seleccionado a lo largo y ancho de nuestro planeta varios hoteles de ensueño en los que alojarse es un lujo por muchos motivos. Por la ubicación del establecimiento, por sus cualidades, por su atención, por su construcción o por los servicios que ofrece. Desde alojamientos en plena Laponia, a estancias suspendidas entre árboles. Desde una habitación bajo el agua, a cabañas construidas en plena selva. Hoteles de lujo, ideales para abstraerse del mundo, para huir de los problemas y simplemente disfrutar, gozar, deleitarse: rendirse, sencillamente, al placer más absoluto.

Ubud Hanging Gardens, Indonesia

Los Ubud Hanging Gardens fueron creados con la intención de brindar en pleno corazón de la selva de Bali una experiencia de inmersión completa en un ambiente tropical, un alojamiento realmente mágico, auténtico y único. Con la ayuda de más de setecientos trabajadores artesanos locales, el proyecto fue tomando forma y en 2005 pudo inaugurarse un complejo de increíble lujo totalmente integrado en la naturaleza y al borde de un impresionante valle con una inclinación de 45 grados.

El galardonado hotel se encuentra compuesto en su mayoría por villas, aunque cuenta con alguna habitación familiar, en las que se respira tranquilidad, sosiego, calma y una verdadera paz. Cada una de las suites ofrece una experiencia de lujo discreta, con una decoración contemporánea de inspiración balinesa y el inigualable toque de muebles hechos a manos o doseles confeccionados con telas exóticas. Las más de cuarenta villas, disponen de grandes ventanales con vistas a los bosques tropicales en los que se encuentran sumergidas y enormes terrazas con sofás cubiertos en los que disfrutar de la más virginal naturaleza. Ubud Hanging Gardens, además, ofrece un conjunto de piscinas infinitas, de las más increíbles del mundo, suspendidas sobre la frondosa selva tropical indonesia.

Belmond La Residencia, Mallorca

Entre el mar y las montañas, en un bucólico enclave del municipio mallorquín de Deià, se esconde el hotel Belmond La Residencia. Hasta este punto de las islas baleares viajaron numerosos escritores, intelectuales y artistas en busca de la inspiración que no encontraban en otros lugares, con Robert Graves seguramente como mayor exponente. Y ahora, en aquel mismo mar Mediterráneo que aquellas personas contemplaban y esa magna sierra de Tramontana que guarda el paisaje, cualquier que lo desee puede encontrarse con sus musas rodeado de lujo, relajación y calma.

El alojamiento, que ocupa una enorme construcción del siglo XVI, dispone de más de sesenta habitaciones entre las estancias estándar, con camas tamaño king o queen, gran cuarto de baño, impresionantes vistas y espacio de estar con sofá, sillones y mesa de centro, de unos 30 metros cuadrados; las suites junior, que unen el mármol al gran baño y una más amplia sala de estar en sus 45 metros; las suites, con jardines, piscinas o terrazas y un espacio de 100 metros con sala de estar independiente; o la villa, con tres dormitorios dobles, sala de estar con chimenea abierta o cocina equipada al completo con comedor en sus 170 metros cuadrados, con una amplia terraza y una piscina privada climatizada. En el resort, además, encontramos el galardonado restaurante El Olivo. Un retiro en el que disfrutar del Mare Nostrum y, quién sabe, encontrar la inspiración.

Manta Resort, Zanzibar

El Manta Resort se vanagloria de ofrecer a los huéspedes que quieran alojarse con ellos algo que va mucho más allá de islas tropicales, playas privadas y lujo con cinco lustrosas estrellas en la fachada. Desde un celestial territorio en la isla de Pemba, frente a la costa de Tanzania, ellos hablan de serenidad, de estar tan lejos de la civilización como nunca uno ha estado, de un encuentro sincero con la naturaleza, de un trato familiar, de una completa evasión. De olvidarse de todo y simplemente ser consciente de ser un humano, sin más necesidad que la de respirar, alimentarse y vivir.

El complejo ofrece todo tipo de alojamientos construidos según la arquitectura local, con techumbres de paja makuti. Desde las más sencilla habitaciones diáfanas, diseminadas por el jardín con una pequeña terraza, a las más grandes, con amplia terraza propia. También villas frente al mar, con un solárium perfectamente situado para poder disfrutar de unas espectaculares puestas de sol, y la joya de la corona, la habitación submarina. Construida en una suerte de isla flotante privada, frente a la costa, el dormitorio se sitúa cuatro metros por debajo del nivel del mar, con amplias ventanas dispuestas en todas direcciones. En él se puede descansar observando la fauna marina mientras que en la superficie, en su terraza, uno puede relajarse tomando el sol, observando las estrellas o comiendo.

Nayara Springs, Costa Rica

Al norte de la cordillera costarricense de Tilarán, dentro del Parque Nacional Volcán Arenal, se encuentra el ultraexclusivo hotel boutique Nayara Springs. Rodeados de frondosa vegetación, en un verdadero paraíso natural donde puede encontrarse una de las mayores concentraciones de plantas tropicales y vida silvestre de todo el planeta Tierra, uno puede hospedarse en maravillosas y confortables villa viviendo un muy auténtico sueño. Como si nos encontrásemos dentro de El libro de la selva, pero con todas las comodidades.

A ellas, totalmente abiertas a la naturaleza, con amplias terrazas en las que disfrutar de un entorno verdaderamente único, se suma la posibilidad de pasear por los diferentes jardines tropicales, los húmedos bosques próximos, contemplar el imponente volcán, bañarse en aguas termales-minerales al aire libre y disfrutar tanto del restaurante como del spa que el complejo tiene a disposición de los huéspedes. Nayara Springs  es una forma de alejarse de todo y disfrutar de la riqueza de nuestro querido mundo.

The Caves Resort, Jamaica

Solamente las parejas son bienvenidas a este impresionante hotel de cinco estrellas situado en Jamaica, más concretamente en Negril, a apenas una decena de kilómetros de la conocida playa de Seven Mile. The Caves ocupa un imponente acantilado de piedra caliza frente al océano, un espacio en el que entre senderos naturales uno encuentra diseminadas las doce exclusivas cabañas y suites que componen el resort. Todas ellas disponen de servicios como un set de café, minibar, una pequeña nevera, una zona de estar independiente y vistas al océano, disfrutando algunas de ellas de unas privilegiadas terrazas privadas.

El establecimiento cuenta también con una inmejorable propuesta gastronómica, de ocio y salud, con un spa propio, una gran bañera de hidromasaje al aire libre junto al acantilado, un exquisito restaurante y un bar construido en dos impresionantes grutas de piedra caliza, directamente excavadas en los acantilados. El lugar, además, es el perfecto campo base para disfrutar de deportes relacionados con el medio acuático o para distraerse en interesantes excursiones que recorren los fabulosos espacios naturales de los alrededores.

Free Spirit Spheres, Canadá

El sueño de muchos niños ha sido siempre tener una casa del árbol, como la que tenían personajes de dibujos animados o chavales protagonistas de películas al otro lado de la pantalla. Sin embargo, para la mayoría, ese sueño nunca se ha cumplido. Hasta ahora. Porque Free Spirit Spheres, un particular hospedaje situado en la gran isla de Vancouver, en Canadá, es un viaje a aquellos anhelos. Este exclusivo y curioso complejo se encuentra compuesto poresferas, únicamente tres, suspendidas en el aire entre grandes árboles de un lluvioso bosque.

Las esferas Eve, Eyrn y Melody pretenden ofrecer al viajero que en ellas se aloje la experiencia no solo de descansar a varios metros del suelo, mecidos por el tranquilo movimiento de los árboles que provoca el viento, sino de hacerlo inmersos en plena naturaleza, formando parte de ella. Eve, la más pequeña, tiene una capacidad para una persona, aunque en la cama podrían dormir hasta dos personas. Eyrn, con capacidad para tres personas, con una cama doble y una individual en un pequeño desván. Finalmente Melody, concebida para albergar un máximo de dos personas en una cama doble, está creada para artistas y creativos, ya que el espacio puede transformarse en un pequeño estudio. El trío de cabañas esféricas dispone además de un sofá, armarios, un pequeño comedor y sistema de sonido en el que poder poner uno mismo su propia música.

Burj Al Arab, Dubai

Construido sobre una isla artificial situada a cuasi trescientos metros de una de las playas más apreciadas del golfo Pérsico, el Burj Al Arab, uno de los hoteles más altos del planeta, se levanta imponente con su forma inspirada en una vela. A lo largo de sus 321 metros de altura este hotel de lujo ofrece ultralujosas suites con vistas al mar, nueve exclusivos restaurantes de comida de todo tipo y un suntuoso spa con todos los servicios que se le puedan demandar.

La llegada al alojamiento puede realizarse en uno de los Rolls-Royce con chófer que ofrece el establecimiento, que cuenta con una de las mayores flotas de estos vehículos del mundo, o mediante el servicio de traslado privado en helicóptero. Una vez allí, los huéspedes descubrirán imponentes suites, porque no dispone de habitaciones de menor categoría, con diferentes estancias según su tamaño, vistas panorámicas al mar, un iPad de oro de 4 quilates, un iMac de 21 pulgadas, televisión de alta definición interactiva, soporte para iPhone de la marca Bose o una estación multimedia. La suite más pequeña dispone de 169 metros cuadrados de superficie mientras que la más grande alcanza los 780 metros. Todas ellas, además, disponen de un servicio de mayordomía permanente y personal. Entre los nueve restaurantes, destaca especialmente Al Mahara, ubicado bajo el mar, en el que se pueden disfrutar diferentes especialidades de marisco admirando a través de sus paredes de cristal la inmensidad del golfo Pérsico, y el The Sky View Bar, suspendido 200 metros sobre el mar.

Emirates Palace, Abu Dhabi

El hotel Emirates Palace de Abu Dabi, la capital de los Emiratos Árabes Unidos, es seguramente uno de los hoteles de lujo más importantes de todos los tiempos. Saliéndose de toda norma, siendo considerado un hotel de siete estrellas, fue en el momento de su inauguración hace una década el hotel más caro del mundo. Sus estancias arquitectónica y decorativamente hablando se inspiran en la más pura belleza de la cultura árabe tradicional, empleando materiales tan nobles como el mármol, los cristales de Swarovski, la plata o el oro.

Dispone de más de trescientas habitaciones divididas en las categorías Coral, Pearl y Diamond, con una superficie de 55 metros cuadrados, una zona de estar separada y completamente amuebladas con sofá, escritorio y otros efectos, completo cuarto de baño con bañera y duchas independientes, televisión por satélite, un iPad desde el que controlar la domótica y servicio de mayordomía asociado las 24 horas. Además, se ofertan también un centenar de suites, cuidadas naturalmente hasta el más mínimo detalle. El complejo, además, posee varios restaurantes, un spa, servicio de masajes a la habitación o suite, tratamientos corporales, una zona de fitness, bucólicas piscinas y un espacio dedicado a los niños. El más fastuoso y mastodóntico lujo aderezado, además, con vistas a la impresionante bahía natural privada del hotel.

Anantara Golden Triangle Elephant Camp & Resort, Tailandia

Levantado sobre lo alto de un cerro, con vistas a las colinas de Tailandia, Myanmar y Laos, y la unión de los ríos Ruak y Mekong, se encuentra el Anantara Golden Triangle Elephant Camp & Resort. Este privilegiado lugar está intrínsecamente unido a la recuperación de los elefantes. Dispone de un campo, integrado en la rica naturaleza que los rodea, en el que elefantes rescatados son mimados por un nutrido grupo de cuidadores encargado de integrarlos con otros semejantes y brindarles una feliz existencia. Pero más allá de esa encomiable labor, el hotel ofrece la posibilidad de que los huéspedes los conozcan más de cerca.

Pero volviendo al alojamiento en sí, sus habitaciones sobresalen esencialmente por la decoración tailandesa que las protagoniza. Inspirada en la tradición, pero con una reconcepción tremendamente contemporánea. Desde sus balcones uno puede ver el río Mekong, contemplar los bosques de los alrededores y el campamento en el que habitan los elefantes. Por cada noche de estancia en el complejo, los huéspedes puedes escoger entre visitar a los animales, tratarse en el spa o realizar una excursión al campo, y para comer o cenar uno puede ir al restaurante italiano Baan Dahlia, desayunar en el Sala Mae Nam o solicitar la organización de una suculenta cena privada en la habitación.

Cocoa Island Resort, Maldivas

En una pequeña isla privada del archipiélago de las Maldivas, Makunufushi, en Atolón de Malé, se encuentra el idílico resort Cocoa Island. Rodeadas de unas aguas cristalinas, donde sin apenas dificultad uno puede contemplar vivaces rayas o peces loro, se localizan una treintena de suites y villas dispuestas sobre el agua. En estas construcciones, inspiradas exteriormente en los tradicionales barcos de pesca de los locales, uno encuentra un remanso de paz, lujo y confort minimalista.

Todas las habitaciones están dividas en dos plantas y varias estancias, y disponen de cama king size o dos camas individuales con ropa de cama italiana confeccionada a mano, solárium privado equipado con una mesa y tumbonas, una bañera y una placa de ducha, aire acondicionado además de un ventilador de techo de estilo colonial, televisión por satélite, línea de teléfono, caja fuerte y utensilios para poderse preparar en la comodidad del temporal hogar café o té a placer. El complejo paradisíaco incluye además un restaurante, Ufaa, en el que es posible comer o cenar a cualquier hora del día, con un menú saludable inspirado en la comida india y elaborado con mariscos frescos recién sacados del mar y verdura cultivada de forma ecológica.

Rayavadee Krabi, Tailandia

Rayavadee Krabi es un resort flanqueado por tres increíbles playas de fina arena y una prodigiosa vegetación selvática, al que solamente puede accederse mediante embarcación. Está ubicando, mimetizado en el ambiente, entre jardines tropicales salpicados de cocoteros, cuevas y grutas, frente al mar, en la costa de Andamán y junto al Parque Nacional Marino de Krabi. El lujoso establecimiento, de cinco estrellas, cuenta con un centenar de habitaciones con patio, sala de estar, comedor y los servicios habituales en un hotel de lujo de esta clase, como toda clase de dispositivos electrónicos, cuartos de baño con bañera y ducha con efecto lluvia, así como servicio de habitaciones personalizado. Además, también tiene disponibles villas con piscina privada y numerosas comodidades.

En el hotel uno puede relajarse en las playas, pasear por los jardines, concertar paseos en barca, actividades subacuáticas, practicar senderismo, realizar paseos en elefante, jugar a deportes como el tenis o el squash e incluso recibir clases de cocina tailandesa. Del mismo modo, a disposición del huésped se encuentra un completo spa, en el que recibir toda clase de tratamientos pensados para su bienestar, así como el restaurante Raya, en el que se pueden degustar tanto platos occidentales como langosta fresa, el Krua Pheanang, especilizado en comida tailandesa, y el Raitalay Terrace, que ofrece platos internacionales.

Kakslauttanen Arctic Resort, Finlandia

A 250 kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico, lejos de cualquier civilización pero perfectamente comunicado, con un aeropuerto internacional como el de Ivalo a tan sólo media hora de camino, un resort —aunque su fundador prefiera calificarlo de hotel familiar— convierte en una experiencia todavía más mágica recorrer los vírgenes parajes de la Laponia finlandesa.

En convivencia con el pueblo sami, que desde hace más de un siglo puebla la zona, este destino vacacional a un paseo del Parque Nacional de Urho Kekkonen propone sumergirse la naturaleza y el espíritu lapón alojándose en uno de sus iglús, cabañas, suites o casas tradicionales, enclavados en medio de la fría naturaleza del lugar. A excepción de los iglús de nieve o los de cristal, pensados para retrotraerse en el tiempo y cuasi vivir como los antiguos pobladores de aquellas tierras, el resto de los iglús de kelo y cristal así como el resto de moradas incluyen en el mismo lugar tanto el alojamiento en sí mismo como chimenea, cocina o sauna privada. Verdaderos paraísos helados concebidos de forma magistral.