Situado en la provincia de Vizcaya, concretamente en Zalaieta, se encuentra el magnífico Castillo de Arteaga, hoy en día convertido en hotel. La emperatriz María Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, ordenó a algunos arquitectos y jardineros de su corte la remodelación del castillo, un edificio de sus ancestros. La única condición que impuso fue la conservación de los elementos ornamentales y decorativos del mismo, manteniendo así la esencia y la atmósfera de tiempos ya olvidados.
Castillo de ArteagaEl proyecto recayó sobre el arquitecto francés Couvrechet, y a su muerte sobre Ancelet, ambos al servicio de la casa real francesa. El segundo recibió el encargo de construir una nueva torre que se adecuase a las necesidades de una residencia imperial. Así se levantó en un enclave privilegiado este palacio neomedieval, inspirado en la arquitectura gótica francesa y con influencias del romanticismo.
Castillo de ArteagaEn la actualidad se erige como un hotel de lujosas características que invita a sus huéspedes a emprender un viaje en el tiempo entre sus muros de piedra de mampostería, su decoración de época y todos los detalles que mantiene de su estructura y distribución originales. Un total de siete habitaciones y seis suites, diferentes entre sí y perfectamente equipadas para no privar a sus huéspedes de ninguna de las comodidades actuales.
Castillo de Arteaga
La arquitectura del castillo y todas sus dependencias han sido cuidadas al detalle para transportar a sus visitantes hasta finales del siglo XVIII, siendo tal su elegancia y refinamiento, que el paraje es escogido como lugar idóneo de celebraciones especiales. Además, el hotel cuenta con una oferta gastronómica de alta distinción al mismo nivel que sus infraestructuras. Los comensales podrán elegir entre una amplia variedad de menús exquisitamente diseñados por los chefs a cargo de la cocina.
Castillo de ArteagaEl Castillo de Arteaga se encuentra situado cerca de la reserva de Urdaibai, una joya natural en el corazón de Vizcaya que dispone de una extraordinaria diversidad paisajística y ecológica. Dicho paraje se encuentra protegido por la UNESCO. Un castillo de características incomparables que cuida al detalle cada uno de sus servicios. El resultado: una residencia, si cabe, más imperial que la que legaron los emperadores.