Hay pocos lugares tan hermosos como la Toscana, una región italiana cuya luz, historia y pasión son legendarias. En medio de esta zona tan especial nos encontramos con la Civitá di Bagnoregio, una pequeña localidad en lo alto de una colina cuyo aspecto medieval se aprecia desde una larga distancia. Anclado en el tiempo, este rincón es un bálsamo de tranquilidad, un lugar especial en el que destaca el hotel Domus Civita.
En lo más alto de este pueblecito se ha reformado un viejo refugio datado en el siglo XIV, transformándolo en uno de los hoteles más interesantes de la región. Se ha mantenido la esencia medieval del edificio con una restauración de primer nivel, pero sin dejar de lado lo verdaderamente importante en un hotel de esta categoría: el interior.
Domus CivitaHay que decir que nos encontramos ante un establecimiento exclusivo. Ofrecen tres habitaciones totalmente equipadas y un estudio. Dentro del edificio encontramos una cocina y otra en el exterior. La capacidad de este establecimiento está limitada a 8 personas.
Dice la historia que los primeros pobladores de esta colina fueron los etruscos, los cuales ocuparon una serie de cuevas que hoy se encuentran bajo el hotel. Durante la restauración también se trabajó en estas grutas y hoy en día podemos encontrar allí una piscina climatizada, un jacuzzi y una bodega con numerosas referencias.
Domus CivitaEn cuanto a la gastronomía, la Toscana es famosa por sus vinos y recetas clásicas. A la hora de reservar en este hotel podemos pedirles que hagan una compra por nosotros en los mercados locales. También hay que destacar su colaboración con los chefs Iside y Romano del restaurante con una Estrella Michelín La Parolina. Los huéspedes pueden acudir a una clase de cocina especial impartida por ellos en el propio hotel.
Sin duda, el Domus Civita es una experiencia única para disfrutar de uno de los lugares más especiales de Italia, viviendo de cerca su pasado milenario pero también aprovechando el lujo más actual.