Alicante es una de las ciudades más turísticas del Mediterráneo gracias a sus hermosas playas, sus aguas claras y la maravillosa luz de la que disfruta. Punto de obligada visita para todo viajero que recorra la Costa Blanca, esta milenaria ciudad disfruta de una amplia y variada oferta hotelera, entre la que habría que destacar hoteles con tanto encanto como el Hospes Amérigo.
Lo primero que llama la atención de este hotel es su localización, dentro de un antiguo convento dominico que ha sido completamente rehabilitado de acuerdo a los más altos estándares de la industria hotelera. Su aspecto es tan imponente como lo era en su época, pero su interior ha sido reconstruido para ofrecer una experiencia placentera y única. Sus vistas al Castillo de Santa Bárbara y su cercanía a los principales puntos de interés de la ciudad son dos de sus muchos atractivos.
Hospes AmérigoEsa sobriedad arquitectónica alberga un diseño de vanguardia y rincones pensados para el descanso y bienestar del viajero, como es el magnífico Spa Bodyna del hotel boutique Hospes Amérigo. Situado en la azotea, desde donde disfrutar de unas vistas privilegiadas, dispone de un completo equipamiento destinado al wellness y el relax, incluyendo sauna, piscina y solárium. Además, ofrecen tratamientos personalizados. Todo un universo de elementos naturales para despertar los cinco sentidos.
Otro de los puntos fuertes del hotel es su oferta gastronómica. Dispone de varios espacios donde disfrutar de la mejor comida mediterránea e internacional. A destacar el Fondillon, al frente del cual está la chef Patricia Dios con una carta muy personal, y que se complementa con una excelente barra de tapas. La terraza de Amérigo está orientada a vivir la noche alicantina y dispone de una gran carta de cócteles artesanos; en verano incluso preparan barbacoas. Por último, el Bistró de Amérigo ofrece tapas y cocina de mercado, junto a copas y cavas.
Hospes AmérigoEl Hospes Amérigo tiene 81 habitaciones con una cuidada decoración minimalista que aprovecha al máximo la luz mediterránea para inspirar paz y sosiego en sus visitantes; algo del viejo convento dominico parece haberse filtrado bajo la modernidad, vanguardia y lujo de sus habitaciones y suites. A destacar, cómo no, la suite presidencial, 85 metros cuadrados con salón y dos dormitorios, donde la decoración actual combina con el ambiente señorial.