En pleno centro histórico del municipio de Graus (Huesca), capital de la Ribagorza y puerta de los Pirineos, se encuentra ubicado este cautivador hotel spa. Un cuatro estrellas con mucha historia que contar entre sus paredes pero sobre todo en su fachada, un frontispicio de piedra que data del siglo XVI.
En este histórico edificio vivió el obispo Esteban Esmir, escritor ilustre, consultor del Santo Oficio de Aragón, catedrático y rector de la Universidad de Lérida. Fue también obispo in partibus de Cartoria y coadjutor de la diócesis de Huesca, además de un importante mecenas de su villa natal: Graus, que albergó durante siglos su linaje.
Hotel Palacio del ObispoEn un primer momento fue una mansión noble de importancia agrícola, que posteriormente sería remodelada en piedra. De hecho, los mismos canteros navarros que se encargaron de la edificación de la iglesia del municipio, la Basílica de la Peña, fueron quienes la remodelaron. Las evidencias de este hecho no son otras que las marcas de cantería, que son iguales en ambos edificios y además, guardan una relación directa con el obispo.
Del que fue su palacio, el paso de los años solo ha permitido conservar su estructura original y fachada, con sus respectivas marcas de cantería, que albergan en la actualidad un hotel de lujo con 19 habitaciones. Su diseño interior, completamente remodelado, es de inspiración neobarroca modernizada y pone a disposición de sus huéspedes toda clase de comodidades.
Hotel Palacio del ObispoLos clientes pueden escoger entre diferentes opciones para su hospedaje: desde una junior suite hasta un cómodo dúplex de dos plantas. Habitaciones espaciosas y luminosas, de techos altos, engalanadas con elementos arquitectónicos propios del siglo XVII, en sintonía con la decoración general del hotel. El conjunto de todos los elementos, cuidadosamente seleccionados y que hacen de cada habitación una estancia única e irrepetible, pretende trasportar a los huéspedes a una época pasada sin renunciar a las comodidades actuales.
Hotel Palacio del ObispoEste encantador palacio también goza de grandes y acogedores espacios comunes para disfrute de sus clientes. El restaurante, ubicado dentro del edificio, se conoce como “El Criticón”, y debe su nombre al famoso escritor Baltasar Gracián, autor de la novela bajo el mismo título y perteneciente al Siglo de Oro español. Fue residente en la localidad y, además, mantuvo muy buena amistad con el obispo Esteban Esmir.
Hotel Palacio del ObispoSe trata de una sala acogedora, clásica y lujosa, que invita a disfrutar de la cocina del chef en un entorno cómodo y tranquilo. En dicho establecimiento, los comensales pueden degustar toda una serie de platos tradicionales de la zona del Pirineo aragonés con un toque de autor, es decir, con actualizadas presentaciones y matices de cocina moderna. Las propuestas cambian en función de la temporada del año para asegurar que los ingredientes empleados sean de primera calidad, además de sanos y sostenibles.
Hotel Palacio del ObispoEl hotel también cuenta con una sala polivalente para acomodarse y un spa muy completo, que ofrece diferentes servicios y tratamientos de fisioterapia para los clientes que quieran cuidarse, relajarse y hacer de su estancia una experiencia todavía más completa. En definitiva, una parada obligatoria para aquellos viajeros que quieran disfrutar de un turismo de lujo y montaña desde uno de los rincones con mayor encanto e historia de la provincia de Huesca.