Año 1817, Florencia. El autor inglés Henri Beyle, más conocido por su seudónimo, Stendhal, visita esta ciudad al norte de la Italia central, la cuna del Renacimiento. Estímulos por todas partes, obras inmensas a cada paso. Y de pronto, en ese impagable centro histórico hoy declarado Patrimonio de la Humanidad, la Basílica de la Santa Cruz. El ostentoso símbolo del arte florentino, de una arquitectura gótica imponente, salpicada de extraordinarios frescos, maravillosos vitrales y numerosas esculturas, le hace experimentar sensaciones que hasta el momento jamás había sentido. En uno de sus libros, Nápoles y Florencia: Un viaje de Milán a Reggio, lo expresó así:
Había llegado a ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimientos apasionados. Saliendo de Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme.
Aquel fenómeno que uno de los literatos más importantes del Realismo había sentido era una particular dolencia psicosomática, y al haber sido el primero en detallarla con gran precisión, recibió su seudónimo cuando fue descrito como un síndrome en 1979. El síndrome de Stendhal, desde entonces, definiría el elevado ritmo cardíaco, el vértigo, la confusión, los temblores, las palpitaciones, las depresiones e incluso las alucinaciones que una persona puede experimentar cuando es expuesta a obras de arte. De forma especial cuando son notablemente bellas o se encuentran en abundancia en un mismo espacio.
Pero seguramente Henri Beyle, si hubiese vivido en nuestros días, no le hubiese sido necesario viajar hasta el lugar donde nació uno de los movimientos culturales más importantes, si no el más importante, para padecer su padecimiento. Una vista a España, por ejemplo, le hubiese bastado. Un paseo por uno de los seis mejores museos del país.
Museo Nacional del Prado
Rowanwindwhistler editada con licencia CC BY-SA 3.0Si tuviésemos que imponerle la corona y el cetro a un museo de los muchos que España tiene, tal honor debería recaer en el Museo Nacional del Prado, ubicado en la ciudad de Madrid. Uno de los museos más importantes del mundo por sus impresionantes colecciones y uno de los más visitados. Goya, Velázquez, el Greco, El Bosco, Rubens o Tiziano son solamente algunos de los ilustres artistas profusamente representados en la pinacoteca, con presencia destacada de otros como Poussin, Ribera, Veronese, Murillo o Tintoretto. Pese a la grandeza del museo, los espacios disponibles son sumamente pequeños en comparación con las piezas que albergan sus fondos, por eso suele decirse que el Prado es la mayor concentración de obras maestras por metro cuadrado.
Museo Thyssen-Bornemisza
Luis García editada con licencia CC BY-SA 3.0Ubicado en el denominado Paseo del Arte de Madrid —el oficial Paseo del Prado— junto al Prado y el Reina Sofía, el Museo Thyssen-Bornemisza complementa con su colección gran parte de las carencias de los diferentes centros museísticos españoles. Y es que su colección, conformada a lo largo de siete décadas por la familia Thyssen-Bornemisza, aportó a las obras expuestas en territorio patrio artistas extranjeros hasta el momento inéditos. Nombres como Duccio de Buoninsegna y Jan van Eyck, del gótico de los siglos XIV y XV, o Richard Estes y Lucian Freud, del pop art y el arte representacional de la década de los 80. También obras de Ghirlandaio, Durero, Carpaccio, Frans Hals, Monet, Van Gogh, Degas, Kandinsky o Lichtenstein.
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Zarateman editada con licencia CC BY-SA 4.0El Museo Reina Sofía es el tercero de los museos que forma el conocido como Triángulo del Arte de Madrid, junto al Prado y el Thyssen-Bornemisza. Teniendo como sede el antiguo Hospital General de Madrid, conocido como «edificio Sabatini» por haber sido terminado por este arquitecto, y la ampliación encargada a Jean Nouvel en 2001, conocida por «edificio Nouvel», el espacio destaca por mantener un grupo de grandes obras de artistas españoles del siglo XX, entre los que destacan Pablo Picasso, Joan Miró y Salvador Dalí. De igual modo, el Reina Sofía es poseedor también de una importante colección de arte surrealista, de piezas cubistas y expresionistas. Destacan, también, obras de Antonio López, Lucio Fontana, Miquel Barceló, Yves Klein o Antoni Tàpies.
Museo Guggenheim Bilbao
Xauxa (Håkan Svensson) editada con licencia CC BY-SA 3.0En una zona denominada Abandoibarra, a las orillas de la ría de Bilbao, se ubica el Museo Guggenheim, perteneciente a la Fundación Solomon R. Guggenheim e inaugurado en 1997. Este espacio museístico está consagrado al arte contemporáneo y es una de las mayores atracciones culturales españolas gracias a su colección, con ejemplos relevantes de artistas como Eduardo Chillida, Miquel Barceló, Manolo Valdés, Miquel Navarro, Yoko Ono, Jean-Michel Basquiat o Louise Bourgeois, pero también por el edificio en sí mismo. Fue diseñado por el arquitecto canadiense Frank O. Gehry simulando la forma de un barco, en homenaje a la ciudad, y es frecuentemente reconocido como uno de los edificios más notables construidos en los últimos años. La sede española del Guggenheim, además de su colección, es apreciado también por las muestras que frecuentemente hace de piezas procedentes del Guggenheim de Nueva York y por sus exposiciones temporales.
Institut Valencià d'Art Modern
Con unos fondos que superan los diez millares de obras, el Institut Valencià d'Art Modern —más popularmente conocido como IVAM— aborda las vanguardias históricas de la primera mitad del siglo XX y que se extienden hasta su segunda mitad. La colección comenzó a formarse en 1985, cuando se emprendió la constitución de la institución pública, y continúa ampliándose a día de hoy. En ella destacan conjuntos de obras como los referidos a Julio González y Ignacio Pinazo, aunque también reúne piezas de artistas como Paul Klee, Francis Picabia, Frantisek Kupka o Jean Arp, y relevantes muestras de pop art y neofiguración española e internacional. De hecho, se considera que su fondo de vanguardias históricas es uno de los más relevantes de España.
Museu Nacional d'Art de Catalunya
Felix König editada con licencia CC BY 3.0Constituido en el año 1990 tras la unión de las colecciones del Museo de Arte de Cataluña, creado en 1934, y del Museo de Arte Moderno, fundado en 1945, el Museu Nacional d’Art de Catalunya destaca entre los museos nacionales e internacionales por poseer una de las colecciones de arte románico más completas del mundo. Ubicado en el Palacio Nacional de Montjuïc, de estilo ecléctico o revival historicista con fusión de elementos del Renacimiento y del Barroco, expone numerosas pinturas murales procedentes de Cataluña y Aragón. Del mismo modo, se muestran obras de Ribera, Velázquez o Zurbarán. Una de las obras más importantes que posee, de las más notables del románico catalán, es el pantocrátor de San Celemente de Tahull.